No solo las arrugas se hacen evidentes, también las manchas, la resequedad, la delgadez de la piel y las pérdidas de suavidad y tersura, son otras manifestaciones de que el órgano más grande nuestro cuerpo está envejeciendo.
CAUSAS
La causa más importante es la exposición a la luz solar, pero esto no significa de que hay que andar escondiéndose del sol, sino más bien estar alejado en los horarios más dañinos, de 11:00 a 16:00 horas. El tabaquismo, además de robarle el brillo al rostro, también contribuye a la formación de arrugas.
EL INSTITUTO DICE
El Instituto Nacional sobre el Envejecimiento (NIH, por su sigla en inglés) recomienda humectar la piel seca. Y explica que sucede en el proceso de envejecimiento: “El número de células que contienen pigmento (melanocitos) disminuye, pero los melanocitos que quedan aumentan de tamaño, de modo que la piel envejecida aparece más delgada, más pálida y transparente (traslúcida). Las manchas pigmentadas grandes (denominadas ‘manchas por la edad’, manchas hepáticas o lentigos) pueden aparecer en áreas expuestas al sol”.
Y prosigue: “Las glándulas sebáceas producen menos aceite a medida que uno envejece. Los hombres experimentan una mínima disminución, por lo general, después de los 80 años de edad, mientras que las mujeres producen gradualmente menos aceite después de la menopausia. Esto puede hacer que sea más difícil mantener la humedad de la piel, causando resequedad y picazón”.
PREVENIR
-Evitar exposición solar en la medida de los posible
-Use un protector solar de buena calidad cuando se esté al aire libre, aún en invierno.
-Usar prendas de vestir protectoras y sombrero si es necesario.
-Una buena alimentación y consumo de líquidos son de gran ayuda.
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