La gente en edad de trabajar que vive sola tiene un 80 por ciento más de probabilidades de sufrir depresión que aquellos que viven en el seno de una familia o acompañados, según un estudio realizado en Finlandia.
La investigación analizó los casos de tres mil 500 personas que estaban utilizando antidepresivos.
Los científicos subrayan el hecho de que el número de hogares formados por una sola persona en los países occidentales se ha multiplicado en las últimas tres décadas. En la actualidad, una de cada tres personas en Estados Unidos y Reino Unido viven solas.
En el estudio participaron mil 695 hombres y mil 776 mujeres, con una edad media de 44.6 años.
En la investigación, llevada a cabo entre 2000 y 2008, a los participantes se les preguntó si vivían solos o con otras personas. También se les cuestionó sobre el apoyo social con el que contaban, su ambiente laboral, educación, ingresos y las condiciones de su vivienda, así como sobre sus hábitos de consumo de alcohol y tabaco, y el ejercicio físico que practicaban.
Los investigadores descubrieron que la gente que vive sola compró un 80 por ciento más de antidepresivos en los años que duró el estudio que los que vivían acompañados.
La doctora Laura Pulkki-Raback, quien encabezó la investigación en Instituto Finlandés de Salud Ocupacional, aseguró que el riesgo real de sufrir problemas mentales para la gente que vive sola podría ser incluso mayor.
“Este tipo de estudio por lo general subestima algunos riesgos, ya que la gente más propensa a sufrir problemas mentales son los que menos se prestan a que se les haga seguimiento. Tampoco fuimos capaces de averiguar cuán comunes eran las depresiones no tratadas”.
Aislamiento
Los investigadores creen que vivir con otras personas puede proporcionar soporte emocional y sentimientos de integración social, así como otros elementos que protegen contra los problemas de salud mental.
Vivir solo puede estar asociado con sentimientos de aislamiento y a una falta de integración social y confianza, que son factores de riesgo para la salud mental.
El estudio asegura que todos los factores involucrados deben ser tratados para reducir la incidencia de la depresión en las personas en edad de trabajar.
Beth Murphy, directora de información de la organización británica Mind, cree que el aumento en el número de personas que viven solas tiene un impacto en la salud mental de países como Reino Unido.
“La soledad y el aislamiento hacen que la gente tenga menos oportunidades de hablar sobre cómo se sienten, que es algo que sabemos puede ayudar a solucionar los problemas de salud mental”, señala Murphy.
“Es por eso que a la gente que vive sola se le debería dar los tratamientos más apropiados, como sesiones con terapeutas, que son entornos seguros para discutir sobre los problema. No se puede hacer que dependan tan solo de los antidepresivos”.