Estilo de vida

Ahora los mosquitos podrían frenar enfermedades

Ahora, los científicos se preguntan si podría usarse a los mosquitos genéticamente modificados para detener la propagación de estas enfermedades.

Según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), 2012 fue el peor año del virus del Nilo Occidental desde 2003.

Los CDC afirman que las altas temperaturas pudieron haber ayudado a los mosquitos a transmitir la infección y a propagarse.

Al mismo tiempo, aparecieron nuevos brotes de dengue en la frontera de México con Texas lo cual despertó temores entre los funcionarios de Estados Unidos de que el virus pudiera propagarse hacia el norte.

Y los expertos temen que en 2013 las cosas sean peores.
Una compañía británica, Oxitec, ha creado un plan para controlar a los insectos y combatir el dengue. Sus científicos diseñaron mosquitos genéticamente modificados que tienen una misión: matar al resto de su especie.

Pero ¿es un plan demasiado radical?

Problema creciente

La Organización Mundial de la Salud afirma que el dengue es la mayor infección viral propagada por mosquitos en el mundo.En los últimos 50 años su incidencia ha aumentado 30 veces.

Ahora la enfermedad es endémica en Puerto Rico y muchos zonas en América Latina y el sureste de Asia.

El virus del Nilo Occidental fue identificado por primera vez en África en los 1930, posteriormente se propagó y apareció en América del Norte en 1999.
Ahora el virus está ampliamente establecido desde Canadá hasta Venezuela.El cambio climático y la globalización podrían ser factores importantes detrás del incremento de las enfermedades propagadas por mosquitos.

Walter Tabachnik, director del Laboratorio de Entomología Médica de la Universidad de Florida afirma que las condiciones calientes y húmedas facilitan que los mosquitos se multipliquen y propaguen enfermedades.

“Los virus se replican más rápido y se transmiten más fácilmente en los mosquitos cuando las temperaturas del aire aumentan, y el incremento de la precipitación fluvial en áreas normalmente secas provoca más charcos donde los insectos pueden prosperar” agrega el investigador.

Al mismo tiempo, el mayor y más rápido movimiento de humanos y cargas provoca que más personas y mosquitos infectados entren en contacto con poblaciones y zonas previamente no afectadas.

En Estados Unidos el método que se utiliza actualmente para mantener las poblaciones de mosquitos bajo control es rociar las larvas con pesticidas.
Este método es sólo efectivo cuando las larvas pueden localizarse. Pero los huevos que no logran ser rociados pueden sobrevivir durante meses antes de convertirse en larvas.

Y mientras tanto, se está incrementando la resistencia de los mosquitos a los pesticidas. Las autoridades afirman, por lo tanto, que ese método puede ser muy difícil, ineficiente y costoso.

Pero ahora ha surgido la propuesta de mosquitos genéticamente modificados.

“Bombarderos suicidas”
Para crear estos insectos se inyecta un gen “asesino” a los huevos en el laboratorio. Esto produce una proteína llamada tTA, que evita que las células de los mosquitos se conviertan en genes esenciales para que los animales sobrevivan.

Los mosquitos macho modificados resultantes son posteriormente liberados en la vida silvestre para que se apareen con hembras no modificadas y produzcan descendientes genéticamente programados para morir antes de alcanzar la edad reproductiva.

La compañía afirma que, a medida que aumenta el número de machos transgénicos que se introducen al medio ambiente, se reducen las probabilidades de que los machos no modificados tengan descendientes con hembras no modificadas, hasta que eventualmente la población de estos insectos puede ser efectivamente eliminada.

Liberación no intencional

Oxitec ya ha llevado a cabo pruebas en Brasil, Malasia y las Islas Caimán, las cuales demostraron que el número de insectos puede reducirse mucho en unos pocos meses.

“Primero liberas unos cuantos miles de machos para ver si se aparean, después pasas a un programa de control” explica a la BBC Haydn Parry, presidente ejecutivo de Oxitec.

“En las Islas Caimán liberamos tres millones sobre 16 hectáreas (160.000 m2) durante algunos meses. Y efectivamente logramos reducir 80% la población total de mosquitos en tres meses” agrega.

Aunque el plan intenta liberar sólo machos modificados, los críticos afirman, y Oxitec lo reconoce, que es imposible evitar la liberación de un número pequeño de hembras modificadas.

Los machos que son seleccionados para liberarlos son por lo general más pequeños que las hembras, pero algunas se cuelan por la red.
Sólo los mosquitos hembra puede picar y propagar enfermedades.

Sin embargo, Parry afirma que el número pequeño de hembras modificados que ha logrado introducirse no presenta ningún riesgo, ni siquiera si llegaran a picar a humanos.

“Es exactamente como recibir una picadura de un insecto silvestre” dice.

“El gen, o proteína que evita que sobreviva la siguiente generación no es tóxico o alergénico y no se expresa en las glándulas salivales” agrega, y por lo tanto no se introduce en el humano con una picadura.

La mosquitos modificados liberados pueden reproducirse debido a la presencia en el laboratorio de tetraciclina, un antibiótico que se usa en agricultura y se encuentra en carnes, que evita que la proteína funcione.

Eric Hoffman, activista y experto en biotecnología de la organización Amigos de la Tierra en Estados Unidos, señala que si la tetraciclina está presente en el ambiente los descendientes de los mosquitos modificados pueden sobrevivir y reproducirse.

Parry señala que sus mosquitos ya demostraron ser seguros y que no los introducirían donde la tectraciclina está presente.

“Creamos una cepa de mosquito hace más de 10 años. Hemos hecho muchas pruebas internas en laboratorio en ambientes contenidos antes de lanzarlos al exterior”, expresa.

¿Pronto en Estados Unidos?

Oxitec desea usar su técnica en los mosquitos Aedes aegypti en Cayo Hueso, Florida, para evitar una recurrencia de dengue.
En 2009 y 2010, el estado sufrió uno de los peores brotes de la enfermedad en 75 años en esa zona. Oxitec tiene ya el apoyo de las autoridades a cargo de control de mosquitos en el área.

Sin embargo, ya ha surgido la oposición, con una petición redactada por la residente local Mila de Mier y firmada por casi 120.000 personas, más de cuatro veces el número de habitantes de Cayo Hueso.

En ésta se habla de temores por el efecto que los insectos modificados tendrán en el ambiente, animales e insectos locales.

El asunto está ahora en manos de la Administración para Alimentos y Fármacos (FDA) que tendrá que dar su aprobación para que el plan pueda llevarse a cabo.
 

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