Conducir en las ciudades para muchos es sinónimo de estrés; dicha situación no se puede comparar con la relajación que provoca pasear por carreteras rodeadas de hermosos paisajes.
No cabe duda que manejar enojados conlleva a sufrir un accidente, debido a que bajo este estado se conduce con exceso de velocidad, cambios de carril bruscos, aceleraciones violentas y pasarnos las luces rojas del semáforo.
Para las situaciones agobiantes tras el volante tenemos algunos consejos para aquellos pilotos de las grandes metrópolis y que emplean varias horas a la semana en sus recorridos. Es importante tenerlos en mente para recordarlos y así aminorar el estrés. De ponerlos en práctica, nuestro organismo se verá agradecido, ya que la carga de tensión puede acarrear una gran cantidad de males a nuestro cuerpo.
Basta acordarse al momento de manejar y así disfrutar de una conducción más segura y pacífica.
Un problema habitual entre los automovilistas es el hecho de pensar que todos tenemos la preferencia. Lo más recomendable es mirar hacia ambos lados y nunca confiarnos y dejarnos llevar por la lógica.
Tal vez el automovilista que está por cruzar piense de la misma manera que nosotros. Asimismo se debe considerar que las arterias viales permanecen ocupadas por peatones, quienes también tienen derecho en los cruces. Es por ello que siempre se recomienda mirar hacia ambos lados.
Otra situación estresante para muchos es cuando alguien se está estacionando. Ya sea que vas a dejar tu vehículo o que adelante exista un auto realizando la misma acción. Hay que otorgar tiempo y espacio necesarios para estacionarse, igualmente evitar tocar el claxon; el hacerlo no mejorará sus aptitudes, además de que no sabemos la reacción que el otro automovilista pueda tener hacia nosotros.
Por último y para mayor tranquilidad, mientras conduzcas no utilices el teléfono celular o escuches el radio a volumen alto. Esto hará que no permanezcas al tanto de la acción principal que es conducir.
Recomendaciones
• Antes de conducir, trata de limpiar tu mente de los problemas personales.
• Concéntrate en tu acción principal, que es conducir y mantente alerta en todo momento porque cualquier distracción podría ser fatal.
• Recuerda que tienes una responsabilidad como conductor, por lo que debes poner atención en peatones, ciclistas y motociclistas.
• Acepta las situaciones que te molestan al conducir y toma la decisión de no dejar que influyan en tu conducción.
• Realiza una respiración profunda, ya que ayuda a liberar la tensión muscular y el estrés.
• Planifica con anticipación tus recorridos. Viajar con prisa aumentará la ansiedad.
• Ajusta el asiento y la columna de dirección correctamente.
• No manejes con hambre; la falta de azúcar en el organismo puede afectar tu concentración.
Tip
La conducción defensiva es una de las mejores técnicas para no sufrir tras el volante.