El Instituto Politécnico Nacional estudia actualmente una variedad de chayote (Sechium edule), nativo de México, para evaluar sus propiedades antitumorales, dio a conocer Rafael Silva Torres, de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas (ENCB).
En un comunicado, dijo que el alto índice de mortalidad por cánceres de mama, cervicouterino y de pulmón en el país son signos de alerta para buscar nuevas alternativas de tratamiento y prevención.
Estableció que de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el 13.8 por ciento de mujeres con más de 20 años de edad fallecieron en México por cáncer de mama en el año 2011, mientras que 10.4 por ciento, de esta misma población murió por cáncer cervicouterino.
Asimismo, el 12.8 por ciento de los hombres mayores de 20 años de edad perdieron la vida por cáncer de bronquios o pulmón en ese mismo periodo.
Ante estos porcentajes, el investigador señaló que al estudiar esta variedad mexicana de chayote se encontró que contiene compuestos químicos con propiedades farmacológicas que sugieren actividad antitumoral, los cuales no están presentes en especies cultivadas en China, Estados Unidos, Rusia, Turquía, Rumania, Guatemala y Brasil.
Expuso que la especie que se estudia se cultiva en el cerro Los Montecillos, en el estado de Veracruz, la chayotera florece entre junio y julio, su siembra comienza en el mes de diciembre y la cosecha se realiza en mayo.
“Las plantas que crecen en un país o en una localidad no tienen los mismos componentes que los de otros países, aunque sea la misma especie. Inclusive de un lugar geográfico a otro en México su contenido químico es completamente diferente, principalmente por los nutrientes y el pH del suelo. También influye el hecho de que sean variedades cultivadas o silvestres”, indicó.
Silva Torres indicó que se trata de un proyecto muy prometedor, debido a los hallazgos con que cuentan hasta el momento, y expresó que por la naturaleza de la investigación, se requieren estudios de caracterización biológica muy específicos.
Después de probar el efecto antitumoral de los compuestos, los investigadores planean llevarlo a la etapa clínica con el interés posterior de producir un medicamento, pues consideraron que es importante ampliar las alternativas para la prevención y tratamiento de los cánceres mencionados.
Silva Torres comentó que la importancia de identificar y concentrar los metabolitos secundarios con actividad antitumoral radica en que a partir de ello se generaría un producto farmacéutico y se podrá establecer la dosis clínica.
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