El artista holandés Diddo ha esculpido un cráneo en cocaína, una controvertida obra a la que ha bautizado como “Ecce Animal” y con la que pretende hacer reflexionar sobre la naturaleza animal, el hombre, el control y el miedo.
“Una vez fuimos animales. Vivíamos en un entorno de miedo y deseo. Luego nos convertimos en humanos y aspiramos a ser mejores. Aprendimos a controlar nuestro entorno, pero el miedo siguió presente porque nunca aprendimos a controlarnos a nosotros mismos”, afirma en su página web este artista.
Diddo, que obtuvo la cocaína en la calle de una fuente que no precisó, explica que llevó la droga a un laboratorio para examinar su composición y luego la mezcló con una gelatina especial para materializar la obra.
Las pruebas del laboratorio revelaron que la pureza de la droga oscilaba entre el 15 y el 20 % y que había sido alterada con otros productos como fenacetina, cafeína, paracetamol e inositol.
“Da miedo mirar a la cara de nuestro lado animal”, reflexiona el artista, que se pregunta si lo chocante de esta imagen es la división de nuestra idea del yo o “la conciencia de que aunque hemos dominado el mundo exterior siempre vamos a seguir siendo servil a nuestro ser interior”.
En declaraciones a la revista Bullet Magazine, Diddo explica que “Ecce Animal” no pretende ser una parábola sobre la autodestrucción de la adicción o abuso de sustancias.
“Es la fusión de dos iconos que llevan a la reflexión y la discusión sobre la naturaleza del hombre”, comentó a este medio.
La obra “Ecce Animal” es el resultado de 20 meses de trabajo del artista, también autor de otras obras como “high fashion protection”, una colección de máscaras de gas que emulan materiales de lujo como diamantes o el sello de Louis Vuitton.
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