La depresión ha tocado la vida de varios de los alumnos de La Academia, quienes ahora cuentan cómo han salido adelante y qué han hecho para superar los temas de salud mental que los han marcado en algunas etapas de sus vidas.
En la casa de La Academia los estudiantes se enfrentan a una serie de emociones al estar encerrados lejos de su familia, sin internet, ni acceso a la tecnología. El paso por este reality es tan demandante que muchos de los alumnos han llegado a sentir que no son capaces de resistir las altas exigencias.
En uno de los momentos que se viven en la casa de La Academia les pidieron que escribieran algo sobre su experiencia en La Academia y en sus vidas. Sentados en la mesa donde toman sus alimentos, cada uno leyó lo que había escrito.
Nelson dijo, por ejemplo, que su momento de mayor resistencia en La Academia estuvo marcado por su rápida salida de Guatemala, algo que lo hizo pensar en salirse del proyecto, pero resistió.
El monstruo de la depresión
Varios aprovecharon el momento para hablar de la depresión, un tema que sigue siendo tabú para muchos.
Mariana Logue, por ejemplo, dice que la tuvieron que medicar en pandemia por su depresión, y en la academia después del primer concierto “me dio como una crisis fuerte y me pregunté qué estaba haciendo aquí”.
Pero la confesión más fuerte fue la de Santiago.
“Tengo muchos problemas con mi inteligencia emocional, pero con meditaciones se me ha hecho más fácil… Es un monstruo mi salud mental y también perder a mis compañeros semanalmente es un desequilibrio (…) En mi vida en la pandemia perdí mucho y empecé a meditar”, relató.
Santiago asegura que le ha costado mantenerse a flote pues debido a las limitaciones para acceder a internet y plataformas como Youtube se le ha dificultado meditar, pero trata de hacerlo.