El señorío y la caballerosidad son de las principales características que destacan en Tom Hanks. Es tal el nivel, que resaltan por encima de su talento para la actuación. Y vaya que tiene películas para sobresalir por ello.
Sin embargo, el actor de 66 años por encima de todo tiene esa mística de buena persona que no se ve con tanta frecuencia en Hollywood. De hecho, uno de sus hijos, que desde joven decidió aventurarse en el mundo del espectáculo, no ha hecho más que darle dolores de cabeza.
El mítico interprete de Forrest Gump tiene cuatro hijos, producto de sus dos matrimonios. Tres de ellos hicieron carrera en el entretenimiento. Y uno de los menores es quien siempre está sumergido en la polémica.
Se llama Chet Hanks y es, aparte de actor, rapero. Uno de sus temas musicales está lleno de polémicas ya que ha sido tildado de racista. Su nombre “White Boys Summer” ya lo dice todo.
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¿Tom Hanks merece esta situación? Nadie lo sabe. Lo cierto es que desde muy chico, Chet Hanks ha sufrido adicciones a las drogas y el alcohol. Una situación que superó y afectó a sus padres de tal manera que en una ocasión lo mandaron hacia la escuela militar.
Chet Hanks, el dolor de cabeza más grande de Tom
El mismo Chet Hanks contó cómo se dio este episodio, en una entrevista que reseña el portal Quien. De acuerdo con su relato, un día del 2008 se despertó en la casa de sus padres y unos militares lo estaban esperando para llevárselo.
“Tenían la cabeza rapada y aspecto de gorilas. Me dijeron: ‘Te vienes con nosotros, podemos hacerlo por las buenas o por las malas”, contó Chet Hanks. Así, por la ruta terrestre se lo llevaron hasta Utah, a unas nueve horas de donde estaba para integrarlo a un programa de “adolescentes con problemas”.
“Nos hacían marchar en círculos con una mochila de 80 libras a la espalda. Hay muchas cosas que pasan por tu mente en esos momentos. Estás bajo observación... Te están psicoanalizando y te están desmenuzando”, relató expresando que esa experiencia no le sirvió de nada.
