Los dispositivos Pulsos de Vida, pulseras con sistema de GPS y botón de pánico, de nuevo salvaron una vida. Se trata de una mujer quien fue agredida por su pareja sentimental en calles de la colonia Miravalle. El atacante fue hasta el trabajo de su ex pareja para violentarla, pero la afectada accionó su dispositivo y la policía detuvo al agresor.
Información relacionada: Ante alza de violencia contra mujeres en Guadalajara, comprarán más dispositivos de auxilio
La mañana de este domingo se recibió el reporte sobre la activación de un pulso de vida sobre la calle Pelícano entre Mojonera y Gaviota, en la colonia Morelos. Al llegar las unidades de la Policía de Guadalajara, los elementos se entrevistaron con la madre de la afectada, quien señaló que su hija le habló por teléfono y le dijo que su agresor la estaba atacando en su lugar de trabajo, ubicado en Gobernador Curiel y avenida de la Pintura en la colonia Miravalle.
Los uniformados llegaron al domicilio y detuvieron al sujeto por violencia intrafamiliar e infringir las medidas de protección de la mujer. La afectada mencionó que desde hace semanas contaba con una orden de protección y señaló que el hombre era su ex pareja al que había demandado hace algunos días por violencia física, quien llegó a buscarla gritando y alterando el orden al interior de su trabajo.
El detenido se identificó como Luis Alberto “N” de 23 años, quien fue puesto a disposición del Ministerio Público.
Policías de la División Especializada en la Atención a la Violencias contra las Mujeres (DEAViM), acudieron a asesorar a la víctima en su proceso de denuncia.
En promedio cada mes, el ayuntamiento de Guadalajara tiene en promedio mil 200 órdenes de protección para mujeres en el municipio.
Recientemente se informó que el ayuntamiento destinará seis millones de pesos procedente de participaciones federales para comprar 750 dispositivos nuevos, y que se sumarían a los 500 aparatos con los que actualmente ya cuenta el municipio. De este modo se podrá dar cobertura a todas las órdenes de protección vigentes sin importar la gravedad de la amenaza que pese sobre las víctimas.
