El caso de la privatización de la calle Juárez en la colonia Santa Cruz Atoyac, en la delegación Benito Juárez y que se aprovechó para ser vendida a un hotel en cuatro millones de pesos, no es el único en el Distrito Federal.
De acuerdo a un reporte de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal entregado en 2011, en la ciudad 805 calles de diferentes colonias están cerradas por plumas, macetas, rejas o casetas, lo que impide el libre tránsito peatonal y vehicular o son de acceso restringido.
Lo anterior sin mencionar las calles que permanecen cerradas por marchas, plantones, obras viales y hasta eventos oficiales y de los que la SSP-DF no lleva un conteo.
Las cifras señalan que la delegación Cuauhtémoc es la que mayor número de calles tiene con esas condiciones, con 110, seguida por Tlalpan, con 92; Gustavo A. Madero, con 85; Álvaro Obregón, con 82; Coyoacán, con 81; Venustiano Carranza, con 75; Iztapalapa, con 73; Iztacalco, con 68; y Miguel Hidalgo, con 44.
Oscar Terrazas Revilla, del Departamento de Evaluación del Diseño en el Tiempo, de la UAM Azcapotzalco, afirma que esto vuelve más crítica la situación en casi la mitad de la ciudad que comenzó a crecer sin ningún tipo de planeación.
“ Toda la periferia de la ciudad, las orillas, lo que ha crecido a partir de los años setenta, tiene un trazo que no consideró vialidades secundarias y primarias. Se agudiza en zonas de pendientes ”, afirmó.
Según el informe de la SSP-DF, la falta de seguridad, evitar el paso de camiones pesados y prohibir a vecinos que no son de la calle estacionar sus automóviles son los principales motivos para que las calles sean cerradas por los habitantes de la zona, empresas e instituciones diversas, ya sean de índole académica o social.
Santiago Taboada, integrante de la Comisión de Seguridad Pública en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, el comercio informal, las bases de taxis y los plantones son los que más perjudican la movilidad en la ciudad.
“En lo que va del año se han registrado más de siete mil concentraciones. Muchas de éstas terminan siendo plantones”, aseguró.
En 2012, seis mil 300 marchas y mítines –con sus 2.7 millones de participantes– afectaron la circulación en calles de la capital.
Según el reporte de la Secretaría de SSP, las delegaciones con menor cantidad de calles cerradas son Magdalena Contreras, con 23; Benito Juárez, con 22; Azcapotzalco, con 21; Xochimilco, con 17; Cuajimalpa, con siete; Tláhuac, con cinco, y la única que no tiene ese problema es Milpa Alta.
CIFRA
2 mil 500 colonias hay en el Distrito Federal con un promedio de 11 calles cada una.
EN LA LETRA
Tanto leyes federales y locales consagran la libertad de tránsito.
• Artículo 11 constitucional. “Toda persona tiene derecho para entrar en la República, salir de ella, viajar por su territorio…”.
• Artículo 14 (Reglamento de Tránsito Metropolitano). “En las vías públicas está prohibido colocar señalamientos o cualquier otro objeto que obstaculice o afecte la vialidad…”.
RIESGO
Para el urbanista de la UAM, Oscar Terrazas Revilla, aunque los vecinos tienen algunas razones para cerrar las calles, esto es indebido y sólo genera más caos en la capital del país.
“Es grave cuando afectan vialidades primarias o secundarias. Cuando hay congestionamientos, la alternativa es utilizar vías locales y la ciudad debe disponer de esos espacios para atender esasa emergencias”, aseguró.
Según el especialista, las afectaciones se ven principalmente en temporada de lluvias, cuando las inundaciones hacen necesario el uso de las calles secundarias.
Por si fuera poco, al momento de atender emergencias es vital que las vialidades estén despejadas.
“En caso de que suceda una nueva tragedia como la de Xalostoc, los servicios de emergencia no podrían pasar porque las calles son muy angostas y no hay una planeación y además, están privatizadas, alertó.
Por otro lado, las afectaciones por el cierre de calles también impacta económicamente a la capital.
Datos de la Cámara Nacional de Comercio (Canaco) de la Ciudad de México, al cierre del primer trimestre del año, en la capital del país bajaron la cortina dos mil 579 negocios, derivado de las frecuentes marchas y plantones como la de los maestros de Guerrero y Oaxaca.
De acuerdo a la Canaco, el cierre de estos negocios conlleva pérdidas de ocho 254 empleos.
Las marchas o bloqueos que van de dos a tres horas generan pérdidas de 319 millones de pesos; y de siete a ocho horas, 957 millones de pesos.