Su criadero de tortugas es un forma de continuar con su gran sueño de ser biólogo, el cual se vio frustrado cuando estudiaba la Universidad de sus propios profesores, quieres se aprovechaban de su discapacidad para discriminarlo. Con el apoyo de su familia ganó una demanda ante Derechos Humanos pero no quiso regresar por temor a represalias.
Ahora, este joven de 28 años de edad ha instalado un criadero de tortugas en su hogar de Coatzacoalcos, Veracruz, que con ayuda de biólogos y permiso de la SERMANAT impulsa el proyecto «Guardianes de la tortuga».