Comer fuera de casa es un retortijón para el bolsillo de miles de mexicanos, quienes desembolsan entre 50 y 200 pesos diarios, en promedio, en alimentos.
Ese monto representa entre 18.5% y 30% del salario mensual de un trabajador, según su grado de ingresos y ocupación.
Según se desprende de estadísticas del INEGI y Profeco sobre hábitos alimenticios en el país, desayunar o comer en la calle representa un gasto mínimo de mil pesos al mes si se consumen alimentos cinco días a la semana o de hasta 4 mil pesos, lo que representa 30% del salario de un profesionista, que en promedio percibe 12 mil pesos mensuales.
Un estudio realizado por Euromonitor Internacional, establece que en 2010, México fue el país de América Latina cuyos habitantes gastaron más en comer fuera de casa; en último lugar se ubicó Chile.
Hay quienes destinan el doble del gasto promedio en alimentos en el país, debido a que comer en la calle sube la cuenta.
“El desayuno lo hago en casa, pero para la comida pido un menú para llevar o voy a un restaurante y eso me sale entre 60 y 150 pesos, con todo y propina. Desde que me enfermé, trato de cocinar en casa y traer un guisado al trabajo. Tengo una semana haciéndolo y dejé de gastar como 500 pesos. Ahora pienso en dejar el cafecito y las clásicas galletas, a ver cuánto puedo ahorrar”, dijo Carmen Ramírez, oficininista en el DF.
32%
del ingreso mensual destina una familia en necesidades alimenticias, de acuerdo a la Encuesta nacional de ingreso y gasto de los hogares, del INEGI.
5
mil 383 pesos mensuales percibe la mayoría de la población económicamente activa.