El famoso programa del escritor y productor Ryan Murphy “American Horror Story” ha estado dominando las plataformas de streaming y la televisión durante una década. Pero entre la novena temporada, estrenada en septiembre de 2019, y la esperada décima entrega, que se estrenará el 25 de agosto, surge un nuevo y refrescante spin-off: “American Horror Stories”.
Poco antes de su estreno, Murphy advirtió al público que esta nueva producción, basada en el mismo universo que la serie madre, promete darle un aire de nostalgia a todos los fanáticos de las otras nueve temporadas anteriores, ya que no solo traerá de vuelta a algunos actores que han aparecido previamente, sino también algunos elementos que se pudieron ver antes.
El spin-off de American Horror Story
La idea de Murphy de crear un spin-off mientras su larga serie sigue en marcha fue una movida diferente a lo que tiene acostumbrado hacer, ya que a diferencia de sus otros proyectos, en este los espectadores pueden sintonizarlo cuando lo deseen ya que los episodios tienen sus propias tramas de la historia de terror en vez de comprometerse con una temporada completa.
Este proyecto no solo pretende darle a los televidentes una historia relativamente corta que pueden digerir en 40 minutos sino también le permitió a Murphy jugar un poco con algunas ideas basadas en historias que no llegaron a verse durante las otras temporadas de American Horror Story.
Además, también aprovechó esta producción para brindarle a los fans acérrimos de esta serie algunos guiños curiosos, bien sea con el regreso de algunos actores como Matt Boomer, o la inclusión de elementos importantes como la casa de la primera temporada, “Murder House”, con todo lo que esta implica.
La primera historia con un aire de nostalgia
Los dos primeros episodios de American Horror Stories comienzan de manera similar a la primera temporada de “Murder House”: una ingenua familia de tres se muda a la codiciada casa embrujada y rápidamente se entera de que su vida está a punto de desmoronarse debido a los espíritus que rondan la propiedad.
Murphy rompe con su casting regular de actores ofreciendo caras nuevas, pero ligeramente familiares como Gavin Creel y Sierra McCormick, aunque también trajo de vuelta al veterano de American Horror Story, Matt Bomer.
En esta primera historia de dos partes, Scarlett (McCormick) encabeza los actos horripilantes, en oposición a la protagonista de Murder House Violet (Taissa Farmiga). Los episodios siguen a la adolescente mientras se muda a la casa con sus papás que quieren renovar y vender la propiedad.
Pero más adelante, la oscura obsesión de Scarlett con los actos sexuales violentos es revelada a toda la escuela a través de una broma transmitida en vivo por Maya (Paris Jackson), la chica mala del colegio y sus amigas. Es ahí cuando el famoso traje de látex, usado por Tate Langdon (Evan Peters) en la primera temporada, ahora se hace cargo de la vida de Scarlett.
La principal diferencia en la trama entre el spin-off y la serie original es que la nueva residente de la casa es la que lleva a cabo los actos asesinos con su novia fantasma, Ruby (Kaia Gerber). Ruby y Scarlett encuentran un amor que es profundo, pero tóxico ya que hará hasta lo imposible porque su nueva novia se quede en la casa para siempre, sin importar lo que le cueste.
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