Aunque muchas personas no lo crean, la piel refleja hasta los más mínimos sentimientos. Una piel radiante es producto, además de sus cuidados, de una alta gama de alegrías y estados de ánimo positivos que ayudan a mejorar su aspecto. Por eso, cuando una persona está excesivamente estresada también es evidente cómo se muestra un tanto deteriorada y sin vida, momento en el que empiezan las preocupaciones tras la aparición de sarpullidos por el estrés u otras manifestaciones que ocurren cuando hay tensiones.
El sarpullido por estrés es uno de los tantos efectos con los que tu cuerpo pide ayuda
El estrés es conocido por los expertos como uno de los desencadenante del desequilibrio hormonal. «De ahí que estén vinculados con este tipo de desórdenes en la piel, pues los estrógenos y la testoterona son afectados directamente ante cada estado emocional recurrente y que crea ese tipo de manifestaciones que tanto odian las personas en su piel», explicó el dermatólogo Carlos Obando.
Para e especialista el sarpullido o brotes inesperados de acné son una de las respuestas inmediatas ante un cuadro de estrés. «Un exceso de cortisol, lleva a una producción masiva de sebo. De esta activación de hormonas ante una tensión se desprenden bacterias y de ahí se desencadena el indeseado brote», añadió.
Otras manifestaciones del estrés en el cuerpo
Pero no todo queda ahí, pues tras un alto grado de malas sensaciones, suelen aparecer otro tipo de efectos con los que de una u otra forma el cuerpo pide ayuda. La urticaria, rosácea, caída del cabello, la aparición de caspa y la aparición de herpes bucales, son manifestaciones que ponen en peligro el sistema inmunológico y por ende el aspecto o buen estado de salud del cuerpo.
¿Las maneras de mejorar esta condición? A criterio del experto una rutina de ejercicios, una dieta balanceada y tomar momentos de esparcimiento para relajarse resultan ideales para drenar y evitar que la salud se vea visiblemente comprometida.
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