La policía española encontró cerca de la localidad francesa de Montpellier un escondite de ETA en el que los terroristas ocultaban unos 500 kilos de explosivos y diverso armamento. El hallazgo se produjo después de las detenciones de ayer en Francia de tres etarras encargados de suministrar armas a los comandos.
Tras los arrestos, los agentes ya localizaron ayer en los Pirineos franceses, un escondite que contenía unos cien kilos de material para utilizar en atentados.
Se descubrieron tres bidones con capacidad para 150 litros y otros dos con capacidad para 200 litros en los que la banda, además del explosivo, almacenaba componentes electrónicos. También había dos revólveres de la marca Smith, cartuchos, un silenciador, detonadores, cordón detonante y diez kilos de nitrato amónico, además de ropa de montaña y una gorra de gendarme.
El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, anunció que el abundante material informático intervenido a Aitzol Etxeburu, Alberto Machain y Andoni Sarasola, posiblemente permitiría en los días siguientes avanzar en la desarticulación de más escondites de la banda. En el piso en el que los tres etarras fueron arrestados, la policía intervino además una veintena de tarjeras preparadas para estallar y decenas de detonadores.