A tres años de los sismos de septiembre de 2017, las viviendas dañadas siguen en reparación o reconstrucción y de acuerdo con estimaciones de los gobiernos federales y locales, estas acciones culminarán hasta 2021.
En 7 de septiembre de 2017, se registró un primer sismo que afectó principalmente a Chiapas y Oaxaca, por su magnitud de 8.2, con origen en Pijijiapan, Chiapas; 12 días después, el 19 de septiembre —a 32 años del terremoto de 1985— llegó otro de 7.1, de los límites de Morelos y Puebla y sus efectos se hicieron presentes en siete entidades: Ciudad de México, Estado de México, Guerrero, Puebla, Morelos, Tlaxcala y Veracruz.
De acuerdo con Diagnóstico y Propuestas para la Reconstrucción del Instituto Belisario Domínguez, se estimó que las afectaciones sobre viviendas, edificios y espacios públicos, alcanzarían los 48 mil millones de pesos.
A tres años de esa situación, la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), quien tomó la batuta del tema, estima que se afectaron a cerca de 200 mil viviendas en 700 municipios con declaratoria de desastre y que las acciones podrían concluir en 2021.
- 186 mil viviendas afectadas
- 19 mil 198 escuelas con afectaciones
- 297 centros de salud y hospitales dañados
- 2 mil 340 edificios históricos afectados
Incuso, la Comisión Nacional de Vivienda (Conami), difundió en sus redes sociales el pasado 11 de septiembre que continuaban con la reconstrucción de viviendas a los afectados por los sismos de 2017 y 2018, en Oaxaca.
Seguimos #ReconstruyendoEsperanza en Oaxaca, para generar viviendas adecuadas a las personas afectadas por los sismos de 2017 y 2018.
Asistencia Técnica: Grupo Rawmar Constructora pic.twitter.com/tHXM1oUwiK
— Conavi (@Conavi_mx) September 11, 2020
La principal explicación para los retrasos, es que la actual administración está brindando asesoría y acompañamiento a los afectados, para asegurar que sus viviendas realmente sean reparadas, a diferencia del sexenio anterior que se limitó a entregar tarjetas cargadas con apoyos económicos por 12 mil pesos a los que presentaron daños y 120 mil pesos a los que perdieron totalmente su casa.
Tan sólo en la CDMX, una de las más afectadas con 370 edificios dañados, sólo se han entregado 101 y las autoridades han detallado que estarán en intervención este año el 75% y en 2021 quedarán las labores en su totalidad.
«En el caso de viviendas unifamiliares se han entregado dos mil 500; y en enero de 2021 estarán entregadas siete mil 223. La segunda etapa de la reconstrucción que incluye la atención a nueve mil 965 viviendas unifamiliares se completará a finales de 2021», precisa el segundo informe de la jefatura de gobierno.
Fomento en Protección Civil
Luego del movimiento telúrico de 1985, las autoridades federales dieron más peso y atención a las cuestiones de Protección Civil a nivel nacional, incluso, comenzó la difusión de acciones básicas para enfrentar una eventualidad de esa naturaleza, posicionando las instrucciones: ¡no corro, no grito, no empujo!.
Además, se comenzó con el levantamiento de un Atlas Nacional de Riesgos, que conjunta un sistema de mapas en donde se puede consultar el fracturamiento del suelo en cada zona del país, lo que ayuda a saber sobre medidas de prevención en las construcciones.
El especialista en Reducción de Riesgo, Desastre y Protección Civil, Oscar Alejandro Roa, recordó que se hicieron modificaciones al Reglamento de Construcciones para que las nuevas edificaciones cumplieran con cierto grado de rigidez estructural.
Explicó que además se endurecieron las supervisiones, que deberían ser por parte de personal calificado y externo, para que realmente cumplieran las normas y contarán con lo necesario para aguantar movimientos de hasta nueve grados.
«Lo que nos dimos cuenta tras los sismos de 2017 es que muchos de los Directores Responsables de Obra (DRO) y corresponsables de Obra, no hicieron su tarea de revisar adecuadamente las edificaciones, se limitaron a firmar, lo que provocó que se registraran varios edificios colapsados por fallas en la calculo estructural y mala calidad», dijo.
Falta cultura de prevención
En una entrevista con Publimetro, Roa dijo que se debe dar prioridad a la revisión periódica de los inmuebles como parte de su plan de Protección Civil.
«Todas las edificaciones requieren que se revise periódicamente su condición estructural, sobre todo en los condominios se requiere una cultura de revisión como de mantenimiento», explicó.
De acuerdo con datos de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS), a pesar de las experiencias con fuertes sismos que han sacudido al país, sólo 6.7% de los hogares mexicanos cuentan con un seguro que cubra estos daños.
Costo humano
El especialista consideró que cancelar el Macrosimulacro del 19 de septiembre, por parte de las autoridades fue un error, pues debió trasladarse a una ejercicio virtual en el que se invitara a la población en general a ubicar las zonas seguras en sus casas, que es donde se encuentran tras el confinamiento por el Covid-19.
«El macrosimulacro debió haber sido incluido con la SEP, con esta programación de Aprende en Casa II, porque los niños deben tener un repaso y noción de cómo reaccionar en caso de un temblor estando en casa», apuntó.
Y es que si bien las muertes estimadas por los sismos de 1985 nunca pudieron contabilizarse complemente, oficialmente se maneja que fueron casi cuatro mil, mientras que por en el movimiento de hace tres años se contabilizaron 400 fallecimientos, es decir, miles de historias que dejaron de contarse por la falta de prevención.
Actualmente el país enfrenta una epidemia por el Covid-19 que ya superó las 72 mil muertes, esto, a 203 días de que se registró oficialmente la presencia del virus en el país.
Sismisidad en claves
- El origen de alta actividad sísmica del país es porque se ubica sobre cinco placas tectónicas: Caribe, Pacífico, Norteamericana, Rivera y Cocos, motivo por el cual el especialista subraya la necesidad de difundir las actividades a seguir en caso de un desastre natural.
- El terremoto del 19 de septiembre de 1985 tuvo su origen en la desembocadura del Río Balsas, en Michoacán, se registró a las 19:19 horas, con una magnitud de 8.1.
- El 7 de septiembre, a las 23:49 horas, se registró un sismo de magnitud 8.2, con epicentro en Pijijiapan, Chiapas
- El 19 de septiembre a las 13:14 horas, se registró un sismo de 7.1, con epicentro en los límites de Morelos y Puebla.
Resguardo y orientación
El investigador del Departamento de Sismología del Instituto de Geofísica de la UNAM, Luis Quintanar, destacó que los mexicanos deben conocer que se encuentran en un territorio donde se registran sismos todo el tiempo por la zona en donde se ubica, por lo que deben conocer las medidas básicas a realizar antes, durante y después de estos movimientos.
¿Cuál es la recomendación hacia los mexicanos?
—Debemos estar conscientes de que nos encontramos en una zona altamente sísmica, que un sismo se puede presentar en cualquier momento, que no avisan y no se pueden pronosticar. Además de reforzar nuestras casas y construcciones de acuerdo a los códigos vigentes a nivel nacional, pues para estar seguros que van a resistir un movimiento se deben seguir las normas. Además, se deben atender los simulacros que realizan las autoridades para poder conocer las recomendaciones básicas, sobre todo en esas situaciones en donde una buena y rápida reacción puede ser vital.
¿Cómo ubicar las zonas seguras en nuestras casas?
—El Centro de Prevención de Desastres y la propia Secretaría de Protección Civil tienen folletos muy ilustrativos para identificar las zonas seguras para resguardarse en un sismo fuerte, digamos que lo principal es estar lejos de ventanas pues con la vibración pueden reventar y lesionarnos, así como evitar correr, no usar elevadores y estando en un edificio alto buscar los lugares más reforzados y despejados para resguardarse.
¿Qué hacer antes, durante y después de un sismo?
—Se debe tener un plan ya preestablecido de lo que debemos hacer en casa, medidas como tener tus documentos a la mano, junto con una linterna y desarrollar un plan familiar sobre cómo reaccionar, repasarlo con todos los miembros de la familia para que sepan qué hacer y no duden sobre las medidas al momento de la emergencia.
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