El Parlamento de Nueva York aprobó un proyecto de ley para prohibir en este estado la controvertida terapia de conversión, con la que se busca cambiar la orientación sexual de las personas, para menores de 18 años.
El proyecto de ley, que fue presentado inicialmente hace más de una década, también protege a residentes del estado de discriminación basada en identidad de género o expresión en empleo, educación, crédito y vivienda.
Un largo camino
La Asamblea estatal, dominada por demócratas, ha estado aprobando la medida desde 2008, pero era frenada en el Senado, que por los pasados diez años estuvo dominado por los republicanos, lo que cambió en los pasados comicios de noviembre.
Con el dominio ahora de los demócratas de ambos cuerpos, finalmente el proyecto de ley encontró también luz verde en el Senado, y sólo espera ahora a ser firmada por el gobernador, Andrew Cuomo.
La terapia de conversión o rehabilitación pretende cambiar la identidad u orientación sexual de las personas y tiene su fundamento en que la homosexualidad es «una enfermedad o un desorden mental», lo que rechazan organizaciones como la Asociación Médica Estadounidense.
«Nueva York tiene una reputación de diversidad e inclusión y la mayoría de la Asamblea se ha comprometido a mantener esa reputación y proteger los derechos de los demás», dijo el presidente de la Asamblea, Carl Heastie.
«Toda persona tiene derecho a vivir su vida libre de hostilidad y exclusión, y nuestros jóvenes merecen apoyo en su búsqueda por descubrir su identidad en una manera que promueva su felicidad y una salud mental positiva», agregó.
Por su parte, el asambleísta Richard N. Gottfried, patrocinador de la medida en la Asamblea estatal, dijo que es un día «histórico» al recordar que este cuerpo legislativo ha aprobado la medida once veces.
EU, cada vez más justo
Con esta acción, Nueva York sigue los pasos del Distrito de Columbia y otros 14 estados que ya lo han prohibido: Connecticut, California, Delaware, Nevada, Nueva Jersey, Oregon, Illinois, Vermont, Nuevo México, Rhode Island, Washington, Maryland, Hawai y Nuevo Hampshire.
La acción ya ha sido aplaudida por políticos y organizaciones como la de Human Rights Campaign por «proteger a jóvenes de la peligrosa y desacreditada» práctica de conversión, indicó la entidad en un comunicado.
«La mayoría demócrata pudo finalmente proteger de discriminación y odio a neoyorquinos transexuales y los no conformes con su género», indicó el senador Brad Hoylman, uno de los autores del proyecto en la Cámara Alta.
El gobernador Andrew Cuomo, que se espera lo convierta en ley la próxima semana, había prohibido esta terapia en 2016 por orden ejecutiva al no contar con apoyo en el Senado.
Cuomo felicitó a la legislatura estatal por aprobar el proyecto: «Hoy somos más justos», dijo en un tuit al asegurar que los neoyorquinos deben estar orgullosos de que «la perjudicial y desacreditada» terapia de conversión pasó a la historia.
De acuerdo con la Asociación Estadounidense de Psicólogos, la terapia de conversión no cambia la orientación sexual de una persona y ha expresado su preocupación por dichas terapias y el posible daño a los pacientes.
«La realidad es que la homosexualidad no es una enfermedad. No requiere tratamiento y no puede cambiarse», señalan en su página web.
Según el proyecto de ley, cualquier profesional de la salud mental que viole la prohibición estaría sujeto a mala conducta profesional y las sanciones aplicables.