La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) envió a 230 elementos del Cuerpo de Fuerzas Especiales a Culiacán, Sinaloa, con el propósito de reforzar la seguridad en esa ciudad que vivió horas de violencias por un operativo fallido, así definido por las autoridades federales en el que se intentó detener a Ovidio Guzmán, hijo de El Chapo Guzmán.
La Sedena precisó que los elementos son militares de élite del Ejército, ya que cuentan con entrenamiento y armamento especial para responder de forma oportuna a situaciones como las vividas en Culiacán.
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Los militares fueron transportados en dos aviones de la Fuerza Aérea Mexicana tipo Boeing 727-800, los cuales llegaron a la Base Militar Aérea Número 10.
