SOFÍA, 12 (DPA/EP)
El primer ministro de Bulgaria, Boyko Borisov, se aferra al cargo pese al aumento de protestas públicas y la petición del presidente, Rumen Radev, de su dimisión del Ejecutivo.
«Nada nos mantiene en el Gobierno salvo la responsabilidad» ha respondido Borisov en un mensaje a través de su cuenta de Facebook, donde ha asegurado que si el país es gobernado por los socialistas acabarían con el Estado.
Además, Borisov ha alertado de que la pandemia el coronavirus traería consigo «meses y años terribles» para la economía búlgara.
Sin embargo, el presidente –que es más cercano a la posición del Partido Socialista– ha pedido que cese del cargo y ha asegurado que los manifestantes han pedido esa dimisión.
El partido gubernamental Ciudadanos por el Desarrollo Europeo de Bulgaria (GERB) ha trasladado que en una manifestación en apoyo al presidente los asistentes lanzaron botellas contra los agentes e hirieron a tres de ellos, además de detener a dieciocho, según sus datos.
Radev, por su parte, ha indicado que los ciudadanos búlgaros, que se han manifestado durante la noche del sábado, han protestado contra la corrupción.
Por su parte el fiscal general, Ivan Geshev, ha acusado al presidente de tener un comportamiento anticonstitucional y de haber violado de independencia judicial, además de haber presionado a la Fiscalía. La disputa se ha producido después de que la Policía investigara y detuviera a dos altos cargos de la oficina de la Presidencia.
Esto se produce después de que varias personas se manifestaran también el pasado viernes en Sofía, la capital, en favor de la democracia y contra el Gobierno de Borisov. En una protesta anterior, Radev pidió a los manifestantes echar a la «mafia» del Gobierno y de la Fiscalía.
Las protestas continúan en la capital mientras el Partido Socialista búlgaro prepara una moción de censura en contra del Gobierno por corrupción.