Si encontraras un video o fotografías íntimas o incluso abiertamente pornográficas de una niña, niño o adolescente en redes sociales, ¿sabrías qué hacer? Por lo general, cuando vemos este tipo de contenido, lo compartimos con indignación para pedir a más personas que lo denuncien.
Equivocación. Más que ayudar, eso perjudica a la víctima. Además, al compartir podrías estar cometiendo un delito: alguna de las acciones que se sancionan por el pornografía infantil, como generar, almacenar o difundir material sexual explícito.
Este ilícito lo comete quien obliga a un menor de edad a realizar actos sexuales con el objetivo de videograbarlo, fotografiarlo o exhibirlo por medios impresos o electrónicos. La pena en la Ciudad de México puede llegar hasta 14 años de cárcel.
Puede tener la misma sanción cualquier persona que reproduzca, comparta o almacene ese contenido. No es broma. De ahí la importancia de que, por ninguna razón, ni siquiera por enojo, lo reenvíes o guardes.
Muy pocas personas saben que al dar “click”, “compartir”o “guardar” afectan más a una víctima. Por ello, en el Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México nos aliamos con Facebook, una de las redes más comprometidas con esta problemática, y con la organización civil Tejiendo Redes de infancia para sacar la campaña “Denúncialo, no lo compartas”.
El mensaje es que la única forma de ayudar a una víctima es levantar un reporte con la autoridad o el Consejo Ciudadano, que tiene enlace directo con la Fiscalía General de Justicia y la Secretaría de Seguridad Ciudadana, ambas de la CDMX.
En la Línea de Seguridad y Chat de Confianza 55 5533-5533 y en la Línea y Chat Nacional vs la Trata de Personas 800 5533-000 atendemos tu reporte, las 24 horas del día, y luego lo catalizamos con las autoridades correspondientes. Ya hemos atendido al menos 50 casos durante la pandemia. Logramos orientar a las familias para que iniciaran la denuncia.
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También trabajamos con Early Institute y Alumbra para hacer un llamado a padres y madres de familia y a la comunidad entera para reconocer que los menores de edad son creadores de contenido y consumidores de videos. Por eso es fundamental que estemos al pendiente de qué ven, qué comparten y que conozcan los riesgos que hay en internet. Por su bien y el de todos.
Tenemos la oportunidad de rescatar a una pequeña o pequeño que sea víctima. Debemos, además, tener cuidado para no ser cómplices, aunque esa no sea nuestra intención. La pornografía infantil afecta toda la sociedad, pero también unidos podemos combatirla.