Desde pequeños, una de las primeras cosas que aprendemos en la escuela es el significado de la palabra familia. Padre, madre, hijo: una descripción tradicional que no solo define un esquema social, sino que también refleja un conjunto de valores morales.
A partir de estos, se nos enseña que una familia sin padre o sin madre está incompleta, que una pareja divorciada desintegra un hogar, que las familias sin hijos no son familias, que el vínculo sanguíneo es el único que importa, que las parejas del mismo sexo son peligrosas para los niños, que los padres o niños trans no existen…
En una búsqueda por desmentir y desaprender estas nociones fue que conocimos a los protagonistas de nuestra nueva serie: Familias Diversas. Personas como José y Alejandro, que juntos decidieron tener a Alejandra, su niña de cinco años.
O como Oyuki Martínez, una mujer trans, activista y madre de seis pequeños. También conocimos a Sofía, una niña trans de diez años que ama bailar y a los integrantes de las Casas Vogue, jóvenes, en su mayoría LGBTQI, que decidieron vivir juntos, unidos bajo la libertad y empoderamiento que les da el baile que pone nombre a sus hogares.
En México, la mayoría de los hogares están conformados bajo esquemas no tradicionales. En otras palabras, la diversidad familiar es la regla y no la excepción. Estas familias “diversas” existen, siempre han existido y seguirán existiendo.
A lo largo de tres episodios y diversos contenidos editoriales buscamos no solo mostrarlas, sino exponer también el desentendimiento y la negación que existe hacia ellas por parte de la sociedad y del Estado.
Mira el primer episodio de Familias diversas: Ser padre, ser madre