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Aunque el mundo está plagado de leyendas urbanas que son comunes en muchos países (el robo de órganos o los taxistas que llevan pasajeros muertos), aquí les mostramos otras aterradoras leyendas urbanas que fueron basadas en historias reales.
Por esta razón, con ayuda del portal Cracked y Refinery 29, recopilamos las historias más escabrosas.
1. El elevador asesino: Aparece en películas de terror. El ascensor simplemente cierra sus puertas y decapita a su desafortunada víctima. Y esto pasó en 2003, con el doctor Hitoshi Nokaido. El elevador le cortó la cabeza a la altura de su boca, dejando solo la mandíbula y la oreja izquierda unida a su cuerpo. Una enfermera atrapada con él tuvo que ver su cabeza empapada en sangre. Los ascensores matan a 30 personas al año.
2. Una llamada desde la tumba: Un familiar o amigo llama todo el tiempo a su celular. Pero está muerto. Esto pasó con la familia de Charles Peck, muerto en un accidente de un tren de cercanías, en California, en 2008. Apenas su familia se enteró, comenzó a llamarlo. De hecho, hallaron su cadáver por la señal del celular. Pero nunca se supo de dónde o por qué se hicieron las llamadas.
3. Se aserró la cabeza a sí mismo: La leyenda cuenta de jóvenes y adultos que se decapitan con sierras eléctricas de manera tonta. Y uno de ellos fue David Phyall, un británico que vivía en un edificio de demoliciones. Se negó a mudarse y quería cobrar un seguro autoinfligiéndose una herida con una sierra. Se decapitó a sí mismo.
4. Bloody Mary: La leyenda dice que deben apagar las luces y decir tres veces “Bloody Mary”. Entonces, un fantasma aparece para matarlos. No. De hecho se trata del “Efecto Caputto”, patentado por el psicólogo Giovanny Caputto, quien mostró que luego de mirar fijamente al espejo por un minuto, el rostro aparecerá distorsionado. De resto, es su retorcida imaginación trabajando.
5. Un pedazo de cadáver dentro de mi colchón: En la leyenda, el huésped del hotel se queja de un olor hediondo en la habitación. Descubre a un cadáver dentro del colchón. En la vida real, el folclorista Jan Haron Brunvald comenzó a investigar un episodio de este tipo en Las Vegas, pero era falso. Buscó en otro lado: de los miles de casos reportados, el último fue en 2011, en Kansas.
6. El maniquí de la tienda es un cadáver: La leyenda también es extensible a las decoraciones de los árboles de Halloween. En este caso, la gente suele confundir a los cadáveres con maniquíes, como sucedió con Mohamed Moustafa Zayed, de 75 años. Llevaba días muerto, en Los Ángeles, pero nadie hizo nada porque creían que era un maniquí.
7. Una granja de cuerpos: Grandes extensiones de tierra, con cadáveres a medio enterrar y otros pudriéndose bajo el sol. Sí, terrorífico. Pero completamente legal. Los científicos forenses usan entre 40 y 50 cuerpos para investigar lo que pasa con la anatomía humana en diversas condiciones climáticas. Por supuesto, hacen otros experimetnos. Las universidades también se sirven de ellas.
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8. Yo viajo con gente muerta: Cuando se rentan autos, hay que estar seguros de que no hay “algo más” en el baúl. Generalmente un cadáver. Esto pasó con Dan Trainor, de Minnesotta. Iba en un viaje por carretera con sus amigos en una van prestada y el dueño les dijo “no abran los compartimentos traseros”. Cuando recogió a más amigos se olvidó de eso y de pronto, el auto apestó. Era un cadáver. El de Kevin Casserly, desaparecido por seis meses.
9. Robaron mis órganos: La leyenda dice que un hombre conoce a una mujer bella en una discoteca y luego de estar con ella despierta en una tina helada, sin un riñón. De hecho, la versión real es menos glamurosa y pasó en 2008. Muhammad Saleem era un albañil indio que fue a Nueva Delhi a trabajar. Contactó con los hombres que le ofrecieron el trabajo, pero lo anestesiaron y le robaron uno de los riñones. Fue uno de los miles de hombres pobres estafados por una red de tráfico de órganos en ese país.
10. Animales en mi sanitario: Cocodrilos, ratas, etc. Todo puede pasar. Pero eso sí puede ser verdad. Sobre todo en países con climas subtropicales y calurosos. Las arañas de espalda roja de Australia se ocultan en las letrinas, lo mismo que las serpientes, ya que buscan lugares húmedos. Entre otros ejemplos.
11. Llamada asesina: Al mejor estilo de “El Aro”, alguien recibe una llamada y de repente, muere en un plazo de tiempo. Esto pasó en 1985, con un hombre llamado Jason, que recibió una llamada para ser aceptado en West Point. Cuatro días después, lo hallaron muerto: un rayo había impactado directo a los cables que conectaban precisamente su teléfono. Murió electrocutado.
12. Un cadáver bajo mi cama: Olvídense de “Monsters Inc.”. Otra leyenda urbana es hallar, en los moteles, cuerpos debajo de las camas. En la vida real suele suceder a menudo. El último caso fue el de una mujer de Memphis, en 2010, hallada bajo la cama de la habitación en la que vivía.
13. La mujer tóxica: La leyenda dice que una mujer con una grave enfermedad llega a un Hospital y va haciendo colapsar, como moscas, a todo el personal a su alrededor. Y sí, pasó en 1994: una mujer llamada Gloria Ramírez fue ingresada a la sala de emergencias porque sufría una forma avanzada de cáncer. Cuando le sacaron sangre, esta disparó un olor fétido que afectó por lo menos a 23 personas y las hizo colapsar. Una de sus víctimas sufrió de hepatitis y necrosis. Gloria, por supuesto, murió 40 minutos después de ser ingresada y el hospital fue puesto en cuarentena.