Al grito de “Vivos se los llevaron, vivos los queremos”, familiares de víctimas de la Guerra Sucia interrumpieron el evento con el que el Gobierno de México celebró la apertura de instalaciones y archivos militares a la “Comisión de la Verdad y Esclarecimiento Histórico por Hechos Ocurridos entre 1965 y 1990″. ¿El motivo? Durante su intervención, el general secretario Luis Cresencio Sandoval, titular de la Secretaría de la Defensa Nacional, explicó que el presidente Andrés Manuel López Obrador autorizó inscribir los nombres de los militares de la Guerra Sucia en el Monumento a los Caídos de las Fuerzas Armadas.
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“Parte importante en el fortalecimiento del espíritu, del cuerpo, identidad y sentido de pertenencia en las Fuerzas Armadas, es reconocer el esfuerzo que realiza día a día el personal militar y que no pocas ocasiones exige sacrificios que implican quedar incapacitados de manera permanente, a consecuencia de lesiones e incluso perder la vida”, comentó Luis Cresencio Sandoval.
Fue en ese momento cuando señaló que en el evento se encontraban militares y familiares que fueron afectados “por los hechos ocurridos en aquel entonces”, es decir, en los actos de represión y a quienes, por instrucciones del presidente de la República y Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas, “se analizará su inclusión en las gestiones para el mecanismo integral de reconciliación social del Estado Mexicano, como parte del patrimonio colectivo del Pueblo de México”.
Las protestas y gritos estallaron cuando el titular de la Defensa Nacional señaló: “Con orgullo les expreso que el propio mandatario autorizó inscribir los nombres de militares fallecidos con motivo de los hechos del pasado en el Monumento a los Caídos de las Fuerzas Armadas que se ubica en la plaza del Servicio a la Patria, como un tributo y un sentido homenaje a los soldados que cumplieron con su deber, aún a costa de su vida”.
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Por un par de minutos, un grupo de familiares de víctimas se pusieron de pie y con pancartas comenzaron a gritar vítores como “Vivos se los llevaron, vivos los queremos”. El anuncio enojó a los familiares de las víctimas ya que -según testigos en el evento- esto significa equiparar a víctimas y a los represores, por lo que fue considerado una “provocación”.
En su intervención, el presidente López Obrador no hizo referencia al momento que provocó tensión en el evento, aunque si mencionó la necesidad de iniciar un periodo de reconciliación. Además, brindó su apoyo y reconocimiento al general Luis Cresencio Sandoval.
El acto también contó con la presencia de Rosario Piedra Ibarra, titular de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) e invitados especiales como Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno de la Ciudad de México y Alfredo del Mazo, gobernador del Estado de México; entre otros.