Cualquier medicamento que se use sin la prescripción médica conlleva riesgos serios a la salud. El uso de estas dos medicinas, actualmente, está ligado a la estimulación para liberar insulina endógena en el cuerpo.
Ozempic y Saxendra se usan para tratar la diabetes pero también contribuyen a la pérdida de peso. Al reducir la grasa visceral, disminuye la resistencia a la insulina. Se normaliza el azúcar y evita que se siga generando grasa.
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Para personas con problemas de sobrepeso este tipo de medicamentos es recomendado para ayuda a bajar los niveles de grasa visceral pero no solo la gente en estas condiciones lo usa, también lo hacen aquellas que solo buscan adelgazar para estar “estéticamente” adaptados.
“La liraglutida inyectable puede aumentar el riesgo de desarrollar tumores de la glándula tiroides, incluido el carcinoma medular tiroideo (MTC, por sus siglas en inglés; un tipo de cáncer de tiroides)”, mencionó el portal MedlinePlus en internet.
Un mal uso puede tener efectos muy serios. La médica genetista y endocrina española Dolores Saavedra advierte que “existe la posibilidad de que haya una pancreatitis, y ese sí que es un efecto adverso grave”.
Asegura que sin un control profesional, se conseguiría el efecto contrario, “se pierde peso pero también pierdes músculo y hay un efecto rebote real”.
La venta ilegal de estos medicamentos preocupa a las autoridades mundiales, por ello la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS) advirtió que desde mediados de este año, el medicamento Ozempic (Semaglutida) ha sido falsificado en su versión de plumas inyectables.
Antes de tomar cualquier medicamento se recomienda asistir con médicos especialistas y hacerse estudios de laboratorio para poder tener un diagnóstico mejor enfocado en lo que el cuerpo realmente necesita. Consulte a su médico.