La violencia de los grupos criminales tiene secuestradas a las comunidades de Guerrero. Alrededor de 600 habitantes de la localidad de El Terrero, en el municipio de Juan R. Escudero, abandonaron sus hogares y posesiones por la brutalidad de un grupos armados como Federación Guerrerense y Los Ardillos, a los que se les atribuyen homicidios, extorsiones, levantones y tortura hacia los habitantes de esta y otras poblaciones de la región.
El 25 de octubre mientras el huracán Otis arrasaba Acapulco, los habitantes de El Terrero vivían su propia tragedia, pues en cuatro días cinco personas fueron asesinadas a sangre fría. Sin embargo, la atención gubernamental y mediática se centró en los estragos del desastre natural, y los habitantes de este pueblo guerrerense quedaron a merced de la violencia de los grupos criminales.
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“Todo empezó el 22 de octubre, habían dicho en el pueblo que unos muchachos habían desaparecido” contó a Publimetro una habitante de El Terrero a quien llamaremos María para evitar represalias contra su persona o su familiares. María relató que los restos en pedazos de los tres habitantes desaparecidos fueron abandonados en los límites con la localidad de Tlayolapa, evento que desató el miedo en los terrerenses.
“Estaban despedazados los cuerpos ahí, las personas que fueron a traerlos en bolsas, metieron la cabeza en una bolsa, los brazos aparte, nada más lo del tronco iba completo. Incluso tuvieron que armar los cuerpos ahí en la comisaría, consiguieron pegarles sábanas, ya no se mandaron a traer cajas. Una tristeza, la verdad, se fueron a sepultarlos en la tarde, mucha gente, todo el pueblo acompañó pero ya íbamos con el miedo”.
— María, habitante El Terrero desplazada por la violencia.
El 23 de octubre, durante la procesión fúnebre de Kevin (16 años), Sebastián (19) y Manuel (45), se escucharon disparos en la plaza y se desató el pánico. Dos días más tarde, el comisario del pueblo llamó a una junta de seguridad con los policías comunitarios; no obstante, un vehículo se detuvo para que sus tripulantes abrieran fuego con armas de alto poder, provocando la muerte de dos elementos de seguridad.
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A partir de entonces, los grupos criminales incrementaron su asedio para tomar el control del pueblo. Pese a los intentos de los habitantes de El Terrero por organizarse y defender su localidad, en menos de un mes los criminales se apoderaron del poblado ubicado a poco más de una hora 40 minutos de Acapulco.
Cuando los grupos criminales lograron entrar al pueblo, levantaron las armas de los policías comunitarios y del resto de los habitantes. Asimismo, expulsaron al comisario rural a base de amenazas y extorsiones a sus familiares.
“El comisario tuvo que salir del pueblo, ya por miedo, salió amenazado, le llegaban mensajes de que lo iban a matar, y que a su familia también la iban a matar. A uno de ellos le pidieron 80 mil pesos y se los dio con tal de que lo dejaran, pero regresaron y lo golpearon”, relató la víctima de desplazamiento forzado.
En menos de cuatro meses, los cultivos de maíz y los campos con ganado comenzaron a lucir desiertos. De acuerdo con la también madre de tres hijos, los criminales comenzaron a obligar a los pobladores a comprar droga y, en algunos casos, a menores de edad a consumir estupefacientes como el cristal.
« Entraron poniendo sus leyes, si ellos te saludaban les tenías que responder bien, con respeto, porque amenazaron que por faltas de respeto iban a ser tablazos. Nos dijeron que no llamáramos a la Guardia (Nacional) o a los militares, dijeron, “ustedes van a perder más en hablarles, que en lo que nosotros nos enteramos que ya vienen, nada más nos orillamos para que pasen ellos, no nos hacen nada”».
— Relató la habitante de El Terrero.
A finales de noviembre de 2023, María y su familia consiguieron huir de El Terrero y tras vender algunas de sus pertenencias buscan refugiarse en otro país. La víctima de desplazamiento forzado señala que cerca de 600 pobladores ya abandonaron sus pertenencias, negocios y familias; sin embargo, el resto de la población vive amenazada y a merced de los grupos criminales, cuyos miembros les propinan golpizas, los extorsionan y matan.
La última víctima de homicidio a manos de los grupos armados fue un comerciante local de nombre Domingo, quien fue asesinado a tiros en el marco de las celebraciones del pueblo el 13 de enero. “Esa persona que mataron también se había salido con nosotros, pero regresó, no sé por qué, la verdad tenemos miedo, dicen que andan obligando a la gente que vendan droga y a los jóvenes a consumirlas”.
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A considerar
- Hasta 2023, las organizaciones de derechos humanos de Guerrero estiman que el número de personas desplazadas en la entidad supera las 26 mil 700.
- Además de El Terrero, en esta región las localidades de Tierra Colorada, La Palma, Tlayolapa enfrentan escenarios similares de violencia y control de grupos criminales.
- Los habitantes de El Terrero aseguran que la presidenta municipal de Juan R. Escudero, Diana Carolina Costilla, está al tanto de todo pero no toma cartas en el asunto por temor a represalias.
- A pesar de que ya se pidió la intervención de la Guardia Nacional, las Fuerzas Armadas y la gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado Pineda, han hecho caso omiso de las llamadas de auxilio de las víctimas de desplazamiento forzado.
- Municipios como Heliodoro Castillo, Eduardo Neri, Leonardo Bravo, San Miguel Totolapan, Juan R. Escudero, Chilpancingo, Chilapa y Acapulco atraviesan una ola de violencia y extorsiones que se recrudeció en los últimos meses.
- De acuerdo con el INEGI, la población de El Terrero es de mil 99 habitantes, por lo que según los testimonios de los desplazados, más de la mitad del pueblo ha huido de la violencia.