MOSCÚ (AP) — El canciller ruso declaró el domingo que la OTAN quiere sumar a Ucrania, en medio de las crecientes tensiones sobre la expansión de la alianza militar y los temores de que Rusia se esté preparando para invadir ese país.
En comentarios en la televisión estatal, el ministro de Relaciones Exteriores, Serguei Lavrov, también cuestionó la afirmación de la OTAN de ser una estructura puramente defensiva.
Rusia ha concentrado unos 100.000 militares cerca de la frontera ucraniana y Occidente tiene la fuerte sospecha de que Moscú tiene la intención de invadir. Rusia exige a la OTAN no permitir que Ucrania se una a la alianza, y que detenga el despliegue de armas de la OTAN cerca de las fronteras rusas y haga retroceder sus fuerzas de Europa del Este.
El jefe del Consejo de Seguridad de Rusia, Nikolai Patrushev, rechazó el domingo las advertencias occidentales sobre una posible invasión.
“En este momento, están diciendo que Rusia amenaza a Ucrania, eso es completamente ridículo”, dijo, citado por la agencia estatal de noticias Tass. “No queremos la guerra y no la necesitamos en absoluto”.
Rusia ha resentido durante mucho tiempo que la OTAN conceda la membresía a países que alguna vez fueron parte de la Unión Soviética o que estaban en su esfera de influencia como miembros del Pacto de Varsovia.
La OTAN “ya se ha acercado a Ucrania. También quieren arrastrar a este país”, dijo Lavrov. “Aunque todos entienden que Ucrania no está lista y no podría hacer ninguna contribución para fortalecer la seguridad de la OTAN”.
Ucrania ha buscado ser miembro de la OTAN durante años, pero cualquier posibilidad de unirse parece lejana mientras el país lucha por encontrar estabilidad política y atacar la corrupción.
Estados Unidos y la OTAN ha rechazado formalmente las demandas de Rusia sobre detener la expansión de la alianza militar, aunque Washington describió áreas donde las negociaciones son posibles.
El presidente ruso, Vladimir Putin, no ha hecho comentarios públicos sobre la respuesta occidental.
Dos territorios en el este de Ucrania están bajo el control de rebeldes respaldados por Moscú desde 2014, después de que Rusia se anexó la península ucraniana de Crimea.