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Stafford vs. Burrow, polos opuestos en el Super Bowl

Matthew Stafford y Joe Burrow esencialmente no tenían nada en común hasta ahora, salvo el cartel de primera selección de un draft de la NFL.

Ahora, ambos presumen de ser quarterbacks en el Super Bowl.

Sus trayectorias reflejan casi que polos opuestos desde que ambos surgieron de universidades de la conferencia SEC.

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Stafford fue la primera selección del draft de 2009 procedente de Georgia y pasó una docena de años con una franquicia mediocre en Detroit. Siempre considerado como un buen jugador en un equipo malo — Detroit es esa franquicia que existía cuando el Super Bowl fue concebido pero que nunca ha podido ser partícipe del mismo — Stafford fue rescatado por los Rams el año pasado.

En su primera temporada como mariscal de campo en California, se encargó de llevarles al duelo por el campeonato. Su sintonía con el estelar receptor Cooper Kupp es algo especial. Stafford parece imparable.

“No podría estar más agradecido por Matthew Stafford”, dijo el entrenador Sean McVay después de que el quarterback completó 31 de 45 pases para 337 yardas y dos touchdowns en la victoria 20-17 ante San Francisco por el título de la Conferencia Nacional.

Decir que Stafford es un avance comparado a Jarred Goff, la primera selección de 2016, es demasiado obvio. Stafford tiene un mejor brazo, mejor técnica y mejor solvencia en momentos de presión — estadísticamente, es el mejor pasador ante el acoso rival — y simplemente, superior al frente de una de las posiciones más importantes. Cierto, Goff alcanzó el Super Bowl con los Rams en 2018, cuando perdieron ante Nueva Inglaterra y rindió una pobre actuación ofensiva. Pero Stafford llevó a los Rams de muchas maneras al duelo cumbre y no sólo fue un actor secundario.


“No puedes escribir mejor la historia”, admitió Stafford. “No tengo palabras, sólo me estoy divirtiendo jugando con estos chicos y tenemos otro duelo en nuestro estadio. Hay que lograrlo”.

Dentro de dos semanas, los Rams (15-5) serán anfitriones del Super Bowl. Se trata del segundo año consecutivo que el partido se disputa en el estadio de uno de los protagonistas. Tampa Bay lo logró el año pasado. Eso no había ocurrido en las 54 ediciones anteriores.

Con sus armas en la ofensiva (Kupp y Odel Beckham Jr., más notablemente) y las estrellas de la defensiva como el tacle All-Pro Aaron Donald y el linebacker Von Miller, campeón de 2015 con Denver, Stafford está en una excelente posición para convertir su primera temporada con Los Ángeles en una celebración con el trofeo Vince Lombardi.

Pero tendrá que superar a Burrow, en su segundo año profesional, y los Bengals (13-7).

Como Stafford, Burrow llegó a una franquicia en apuros. Cincinnati se clasificaba con regularidad a los playoffs, pero siempre caía a las primeras de cambio. Bajo la dirección de Marvin Lewis, sufrieron siete derrotas consecutivas en postemporada. Cuando los Bengals terminaron 2-14 en 2019, Burrow estaba estableciendo récords con LSU. Fue una fácil elección en el draft.

Aún así, su lesión de rodilla después de 10 partidos (2-7-1 como titular) pareció apropiado para los Bengals. Otra apuesta que salía mal.


Excepto que mucho le ha salido bien el último mes. Y aquí está Burrow, liderando al equipo a su primer Super Bowl en 33 años.

“No lo llamaría surreal, diría que es emocionante”, reconoció Burrow. “Creo que si me hubieras dicho antes de que iniciara la temporada que llegaríamos al Super Bowl, probablemente hubiera dicho que estás loco. Después, jugamos toda la temporada y nada me sorprende».

Nunca es una sorpresa cuando un sobresaliente talento como Burrow prospera en la NFL. Pero tampoco es sorprendente cuando alguien como Stafford languidece en una mala situación.

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Hay que mirar a los quarterbacks que fueron elegidos primeros, como Peyton y Eli Manning, pero también están sDavid Carr y JaMarcus Russell. Por cada John Elway, hay un Sam Bradford. Más atrás, hay un Troy Aikman en 1989 y un Jeff George en 1990.

No importe lo que ocurra en el SoFi Stadium el 13 de febrero tome en cuenta lo siguiente. La única ocasión previa que dos quarterbacks tomados con la primera selección del draft se midieron en un Super Bowl se cristalizó hace seis años, cuando Peyton y los Broncos vencieron a Cam Newton y los Panthers. Ya sea la larga espera de Stafford o el meteórico avance, uno de los dos alzará el trofeo Lombardi — exactamente lo que se espera de los primeros del draft.

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