Estados Unidos no puede darse el lujo de un tropiezo como local en las eliminatorias del Mundial.
Con una victoria ante Honduras el miércoles en la gélida St. Paul, Minnesota, los estadounidenses quedarían a tiro de asegurar su clasificación a la cita de Qatar 2022 si derrotan a Panamá el 27 de marzo en Orlando, Florida.
Una derrota o empate en cualquiera de esos partidos en casa pondría a Estados Unidos en riesgo de perderse su segundo Mundial seguido.
“Nuestro objetivo inmediato es completar la ventana con una victoria», dijo el técnico de Estados Unidos Gregg Berhalter tras el revés 2-0 en calidad de visitante ante Canadá el pasado domingo. “Si lo logramos, quedaremos en una buena posición, y será cuestión de sacar los resultados en la última ventana, y tenemos la confianza de que somos un equipo capacitado para hacerlo”.
Canadá lidera las eliminatorias de la CONCACAF con 22 puntos y Estados Unidos se ubica en la segunda plaza con 18, por delante de México.
Panamá se ubica cuarta con 17, seguida por Costa Rica (13), El Salvador (nueve), Jamaica (siete) y Honduras (tres).
Los tres primeros accederán directamente al Mundial. El cuarto avanzará a una repesca con el líder de Oceanía, probablemente Nueva Zelanda.
Ganar de visita en la región se ha convertido en un suplicio para los estadounidenses, que sufrieron derrotas en Panamá y Canadá, sacaron empates en El Salvador y Jamaica, y sufrieron para doblegar a Honduras. Se fueron sin anotar en tres de las visitas. Facturaron cinco goles en cinco duelos fuera de cosa, y cuatro fueron en Honduras.
En casa, Estados Unidos se estrenó con un empate contra Canadá, para luego derrotar a Jamaica, Costa Rica, México y El Salvador.
El clima podría incidir en el compromiso ante Honduras. Se pronostica una temperatura de 16 grados bajo cero (4 F) durante el partido, algo que el propio manual de la federación de Estados Unidos consigna como “extremo” y recomienda una cancelación o jugar bajo techo.
Dejar escapar los seis puntos en esos partidos como local podría generar much zozobra, dado que en el horizonte asoman dos exigentes visitas. La primera será ante México, el 24 de marzo, y contra Costa Rica, seis días después.
Estados Unidos acumula 12 derrotas y cuatro empates en partidos de las eliminatorias en el estadio Azteca de la Ciudad de México, que sería la plaza del duelo. Ha perdido sus últimos nueve partidos en Costa Rica, incluyendo una paliza 4-0 en 2016 que propició el despido del técnico Jurgen Klinsmann.
Durante el ciclo de 2018, Estados Unidos perdió de entrada como local ante México y perdió ante Costa Rica al jugar en casa. Apenas sumaron tres puntos afuera, con empates en Panamá, México y Honduras, antes de quedar eliminados al perder ante Trinidad y Tobago en la última noche.
Han mejorado un poco en este ciclo, pero cada partido ha sido tenso hasta el final.
“Hemos generado muchas ocasiones de gol en el primer tiempo», dijo Berhalter. “Creo que hemos hecho un buen trabajo desgastando a los rivales en el primer tiempo tanto en posición como en las transiciones rápidas. Ha sido decoroso. Lo que nos falta es saber culminar esas llegadas”.