Afirma que las investigaciones «cambian cosas, en ciertos aspectos», tras negar cualquier irregularidad
MADRID, 1 (EUROPA PRESS)
La Policía de Israel ha reconocido este martes un posible uso inadecuado de un programa informático para infiltrarse en teléfonos móviles de civiles, después de haber negado de plano que estas prácticas hubieran tenido lugar en el país.
La Policía israelí ha señalado en un comunicado que «descubrimientos adicionales» en el marco de las investigaciones abiertas a raíz de las denuncias sobre este uso del spyware Pegasus «cambian cosas, en ciertos aspectos».
El fiscal general de Israel, Avichai Mandelblit, anunció el 20 de enero que abrirá una investigación en torno al supuesto uso por parte de la Policía de este ‘spyware’, desarrollado por NSO Group, para entrar en los teléfonos móviles de ciudadanos israelíes.
Las informaciones fueron desveladas por el portal de noticias israelí Calcalist, que indicó el martes que la Policía israelí había usado el software Pegasus contra civiles israelíes, incluidas personas que no eran sospechosas de delitos o crímenes, aprovechando un vacío legal.
Tras ello, la Policía rechazó cualquier uso ilegal de esta herramienta, si bien este martes ha emitido la citada matización, mientras que un representante policial ha dicho ante la Knesset que algunos de los sistemas empleados interceptan datos «de forma automática».
En este sentido, ha manifestado que el contenido interceptado por estos sistemas no es utilizado por las fuerzas de seguridad, según ha informado el diario israelí ‘Haaretz’. La Policía ha dicho además que la investigación de Mandelblit busca «evitar cualquier potencial violación».
El equipo nombrado por Mandelblit, cuyo mandato finaliza este martes, trabaja para determinar si los agentes se excedieron en sus autoridades a la hora de aprobar el uso de Pegasus. Los investigadores tienen hasta el 1 de julio para entregar sus conclusiones.
El jefe de la Policía, Kobi Shabtai, reseñó tras la apertura de la investigación que «no hay y nunca ha habido un escenario en el que la Policía haya violado de forma fundamental y metódica el pacto de defensa no escrito entre ella y los ciudadanos».
«No hay base para las afirmaciones de que la Policía espía a los ciudadanos», manifestó, al tiempo que agregó que ha trabajado para «realizar una revisión cuidadosa» de las informaciones de Calcalist y que «aún no ha encontrado pruebas de que esos supuestos sucesos tuvieron lugar».
Por su parte, el ministro de Seguridad Pública, Omer Barlev, que supervisa a la Policía, aplaudió la decisión de investigar «para garantizar que no hay manzanas podridas en el sistema» y apuntó que «el fiscal general ha dejado claro que la Policía actuó en línea con la ley desde una perspectiva sistemática».
«En términos de incidencias privadas, no se han encontrado desviaciones de las guías legales», manifestó. «Sin embargo, podría haber incidencias ilegales que tuvieron lugar y por ello el fiscal general ha decidido crear un equipo de investigación», zanjó.