MADRID, 2 (EUROPA PRESS)
Circón presente en un meteorito marciano ha arrojado la primera evidencia de daños de alta intensidad causados por el impacto de un asteroide en el Planeta Rojo.
Científicos liderados por la Universidad de Curtin examinaron los granos de circón del meteorito marciano NWA 7034 y publican resultados en Science Advances. Conocido coloquialmente como ‘Black Beauty’, es una rara muestra de la superficie de Marte. La roca original de 320 gramos se encontró en el norte de África y se informó por primera vez en 2013.
El autor principal, Morgan Cox, candidato a doctor del Centro de Ciencia y Tecnología Espacial (SSTC) de Curtin en la Escuela de Ciencias de la Tierra y Planetarias, describe el meteorito como un conjunto de fragmentos de roca rotos y minerales, en su mayoría basalto, que se solidificaron y se convirtieron en una roca con el tiempo. Un circón encontrado en el interior del meteorito conserva evidencias de daños que sólo se producen durante los grandes impactos de meteoritos.
«Esta veta es realmente un regalo único del Planeta Rojo. La deformación por choque de alta presión no se había encontrado anteriormente en ningún mineral procedente del ‘Black Beauty’. Este descubrimiento de daños por choque en un circón marciano de 4.450 millones de años de antigüedad proporciona nuevas pruebas de los procesos dinámicos que afectaron a la superficie del Marte primitivo», destaca Cox en un comunicado.
«El tipo de daño por choque en el circón marciano consiste en una macla y se ha observado en todos los mayores impactos de la Tierra, incluido el de México que acabó con los dinosaurios, así como en la Luna, pero no en Marte», añade.
El coautor, el doctor Aaron Cavosie, también del SSTC de Curtin, señala que la aparición de vetas de circón en el meteorito ‘Black Beauty’ proporcionaba pruebas físicas de grandes impactos en el Marte primitivo, y tenía implicaciones para la habitabilidad del joven planeta.
«Estudios anteriores sobre el circón en meteoritos marcianos proponían que las condiciones adecuadas para la vida podrían haber existido hace 4.200 millones de años, basándose en la ausencia de daños por impacto definitivos», prosigue.
Según asegura, «Marte siguió siendo objeto de un bombardeo por impacto después de esta época, a la escala conocida como causa de las extinciones masivas en la Tierra. El circón que describimos proporciona pruebas de tales impactos, y destaca la posibilidad de que la ventana de habitabilidad pueda haber ocurrido más tarde de lo que se pensaba, quizás coincidiendo con las pruebas de agua líquida en Marte hace entre 3.900 y 3.700 millones de años».