MADRID, 3 (EUROPA PRESS)
El jefe del Ejército y presidente del Consejo Soberano de Transición de Sudán, Abdelfatá al Burhan, ha resaltado que sólo entregará el poder a un gobierno electo o a una autoridad surgida de un «consenso nacional», ante la crisis desatada por el golpe de Estado de octubre.
Al Burhan ha manifestado que las Fuerzas Armadas y los partidos «están comprometidos a no entregar al poder a no ser que sea a alguien que surja de unas elecciones o un acuerdo nacional», según ha informado la agencia estatal sudanesa de noticias, SUNA.
«Si están de acuerdo y nos sentamos (a hablar), estamos preparados a unirnos a ellos y dialogar. Incluso si deciden cortarnos el cuello, estamos dispuestos a ello», ha manifestado.
En este sentido, ha hecho hincapié en que «lo que importa es el acuerdo de todos los sudaneses». «Tras ello, entregaremos el poder a través de elecciones o un acuerdo nacional», ha agregado, tal y como ha recogido el portal de noticias Sudan Tribune.
«Queremos entregar el poder a los ciudadanos sudaneses elegidos por el pueblo para gobernar Sudán», ha dicho, antes de incidir en la necesidad de que las armas sean usadas para proteger las fronteras y garantizar el regreso de refugiados y desplazados.
Asimismo, Al Burhan ha ensalzado los esfuerzos de las fuerzas de seguridad y el Ejército y ha recalcado que «se cerrará la puerta a los saboteadores que quieren desestabilizar la seguridad de los ciudadanos».
Al Burhan anunció en enero la composición de un gobierno interino tras la dimisión a principios de enero del primer ministro, Abdalá Hamdok, en protesta por la represión de las manifestaciones contra las autoridades militares.
Hamdok, detenido tras la asonada de octubre, volvió al cargo en noviembre tras un acuerdo firmado con Al Burhan en medio de las presiones internacionales. El pacto fue rechazado por parte de sus socios civiles, que denunciaron que suponía dar legitimidad a la asonada.
Las autoridades de transición fueron instauradas tras un acuerdo entre la junta militar anterior, surgida tras el golpe de Estado de 2019 contra Omar Hasán al Bashir, y diversas organizaciones civiles y formaciones políticas opositoras. Este Gobierno había iniciado una batería de reformas sociales y económicas y ha alcanzado un acuerdo de paz con importantes grupos rebeldes de Darfur y otras zonas del país.
