Kampala dice que el veredicto «no contribuye a la paz y la seguridad o al espíritu de cooperación entre los dos países»
MADRID, 10 (EUROPA PRESS)
El Gobierno de Uganda ha tildado este jueves de «injusto» y «equivocado» el fallo de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) condenando a Kampala a pagar 325 millones de dólares (unos 285 millones de euros) a República Democrática del Congo (RDC) en reparaciones por daños causados durante la guerra del Congo (1998-2003).
El tribunal indicó el miércoles que las autoridades ugandesas no cumplieron su deber a la hora de evitar actos que violaran el Derecho Internacional, incluida la muerte de civiles, violaciones y el reclutamiento de niños soldado en el marco del conflicto.
«Si bien la cantidad concedida es mucho mejor que la reclamada por RDC, Uganda considera pese a ello que el fallo es injusto y equivocado, igual que el veredicto previo de 2005 sobre responsabilidades fue injusto y equivocado», ha manifestado el Ministerio de Exteriores ugandés.
Así, ha argüido que el fallo de 2005 contemplaba que la fase de compensaciones requería que «se demostrara y probara los daños exactos sufridos como resultado de acciones específicas de Uganda que constituyeran actos violatorios del Derecho Internacional» y ha recalcado que «RDC no cumplió las exigencias del tribunal».
«Durante la fase de compensaciones no presentó pruebas de un solo daño sufrido como resultado de cualquier acción por parte de Uganda», ha resaltado el Ministerio en un comunicado publicado a través de su cuenta oficial en la red social Twitter.
Por ello, ha apuntado que «está muy poco claro por qué la CIJ ha decidido alejarse del requisito impuesto previamente sobre RDC, sin hablar siquiera de cómo ha llegado a la cifra de 325 millones de dólares».
El Ministerio ha reseñado además que «Uganda pone en duda y rechaza los hallazgos sobre mala praxis por parte del Ejército ugandés, conocido como una de las fuerzas más disciplinadas del mundo», antes de agregar que el veredicto «no contribuye a la paz y la seguridad o al espíritu de cooperación entre los dos países y la región de los Grandes Lagos en su conjunto».
En esta línea, ha dicho que la decisión de la CIJ «no inspira confianza en el tribunal como un árbitro justo y creíble en disputas internacionales» y ha hecho hincapié en que «esto es aún más cierto teniendo en cuenta que el tribunal ha concedido compensaciones por supuestos daños que no fueron siquiera mencionados en el juicio sobre responsabilidades de 2005».
«Uganda lamenta que esta decisión haya llegado en un momento en el que los dos países siguen fortaleciendo sus relaciones y cuando Uganda está haciendo todo lo posible para apoyar y trabajar con el Gobierno de RDC en distintas áreas, incluida seguridad, infraestructuras, integración económica regional, etc», ha señalado.
«Los problemas que llevaron a la presencia de Uganda en RDC entre 1998 y 2003 no fueron solucionados entonces y siguen sin ser solucionados ahora», ha manifestado, tras el envío de tropas ugandesas al este del país africano para combatir al grupo armado Fuerzas Democráticas Aliadas (ADF).
Por ello, ha hecho hincapié en que «sigue discutiendo el asunto» con las autoridades congoleñas «para lograr una solución duradera y mutuamente aceptable» y ha reiterado que el fallo de la CIJ supone «una interferencia indebida en este proceso y en los asuntos africanos en general, un asunto hacia el que el tribunal no parece lo suficientemente sensible».
«Es precisamente por esta interferencia por parte de actores externos por los que hay tanto caos en el continente africano», ha argüido, antes de recordar que la guerra «fue resuelta con la firma de un acuerdo de paz que confirma la existencia de otros actores durante dicho periodo», por lo que ha criticado que «Uganda haya sido mencionado en solitario de esta forma».
«Muchos podrían preguntarse, con razón: ¿Por qué sólo se pide a Uganda que pague lo que supuestamente fue mal durante el conflicto? La respuesta es que Uganda siempre creyó en el sistema internacional y acordó someterse a la jurisdicción de la CIJ en 1963, poco después de la independencia», ha zanjado.
Como consecuencia de la segunda guerra del Congo unas 5,4 millones de personas murieron, la mayoría de ellas por hambre y enfermedades. Se trata del conflicto más grande en la historia del continente africano, en el participaron hasta nueve Estados, así como numerosas fuerzas irregulares, y se prolongó desde 1998 hasta 2003 cuando se firmaron los Acuerdos de Pretoria.