MADRID, 13 (EUROPA PRESS)
La Misión Especial de Observación de la OSCE en Ucrania ha asegurado que continuará con su misión en la autoproclamada República Popular de Donetsk — en la región del Donbás, en el este de Ucrania — aunque los observadores británicos y estadounidenses decidan marcharse en medio de la tensión con Rusia.
«Incluso si todos los representantes de todos los países abandonan la oficina de la Misión Especial de Observación de la OSCE en Donetsk, el trabajo va a seguir adelante», ha declarado un portavoz dle Centro Conjunto para el Control y la Coordinación sobre el alto el fuego de Donetsk.
El representante ha destacado que existen suficientes observadores de otros países en Donetsk y su cantidad hasta la fecha no ha cambiado significativamente.
«En caso de cambios significativos en el trabajo de la Misión en el territorio de la República, la representación del Centro para el alto el fuego de Donetsk informará al público en su debido momento», ha añadido en declaraciones recogidas por la agencia oficial de noticias rusa Sputnik.
El viernes pasado la cadena CNN informó que EEUU planea retirar a sus observadores de la misión de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) en Ucrania y al personal de su embajada en Kiev.
La Misión Especial de Observación de la OSCE en Ucrania está formada por civiles desarmados cuya principal tarea es observar la situación en el país e informar imparcial y objetivamente acerca de ella, así como facilitar el diálogo entre todos los bandos involucrados en la crisis ucraniana.
Desde abril de 2014, Ucrania lleva a cabo una operación contra las milicias en Donbás donde se proclamaron las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, en respuesta al violento cambio de gobierno ocurrido en febrero del mismo año en Kiev.
Los acuerdos que fueron suscritos en Minsk en septiembre de 2014 y en febrero de 2015 sentaron las bases para una solución política al conflicto, pero no han derivado hasta ahora en el cese de la violencia.
Las hostilidades han dejado unos 13.000 muertos, según las estimaciones de la Organización de las Naciones Unidas.