El “long Covid”, una condición causada por las secuelas de la enfermedad causada por el SARS-CoV-2, es una de las mayores interrogantes de la comunidad científica, que intenta dar respuesta a la posible duración de los efectos del virus y qué alteración en el cuerpo humano lo provoca.
Ahora, luego de una investigación realizada por científicos españoles, que será presentada en el Congreso Europeo de Microbiología y Enfermedades Infecciosas, asociaron la enfermedad a una afectación del nervio vago, que recorre el corazón, los pulmones, el estómago, el hígado y la vesícula, y provocaría las diferentes manifestaciones sintomáticas del Covid persistente.
Las funciones del nervio vago son diversas y entre las principales se encuentra el habla, el reflejo de las náuseas, la regulación del ritmo cardiaco, el movimiento y asimilación de los alimentos en los intestinos y la sudoración corporal.
De esta forma, las características más recurrentes del “long Covid”, como el cansancio, los problemas de alimentación, la tos y problemas de garganta, la presión baja o alta, los mareos y la diarrea, serían provocadas por una alteración del nervio vago, a causa de la infección por el virus SARS-CoV-2.
Según las pruebas de imagen y funcionales en algunos pacientes que sufrieron Covid por parte de los especialistas, al menos el 66% presentaron alguna afectación relacionada a su caso positivo del coronavirus. En este sentido, los tres síntomas más presentados en los recuperados fueron: diarrea, taquicardia y mareos.
Entretanto, los especialistas concluyeron que la afectación del nervio vago es “una característica fisicopatológica central del Covid largo”, dada la alta proporción de personas con la relación entre ambas condiciones.