Ucrania.- HRW condena el ataque de la guardería en Lugansk en la región del Donbás en Ucrania

MADRID, 19 (EUROPA PRESS)

La ONG Human Rights Watch (HRW) ha condenado los ataques recientes de varias áreas residenciales y una guardería, que han sido bombardeados por parte de grupos armados respaldados por Rusia en Donetsk y Lugansk, en la región del Donbás, en el este de Ucrania.

«El reciente bombardeo de escuelas y viviendas en Donbás muestra cuán expuestos están los civiles a los ataques», ha dicho el director para Europa y Asia Central de HRW, Hugh Williamson, agregando que «los ataques indiscriminados contra civiles deben cesar».

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Así, la organización ha señalado que «los ataques que golpean indiscriminadamente bienes de carácter civil violan el Derecho Internacional Humanitario o las leyes de la guerra» y ha resaltado que, si se cometen «deliberadamente» constituyen «crímenes de guerra».

HRW se ha hecho eco, en su comunicado, de la denuncia de la misión especial de vigilancia de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) sobre un «aumento significativo» de las violaciones del alto el fuego en la zona y el registro de al menos 135 explosiones en la región del Donbás.

Con respecto al bombardeo en la guardería de Lugansk, dos miembros del personal han hablado con HRW y han denunciado que al menos 20 niños, de 2 a 5 años, se encontraban en el edificio en el momento del bombardeo, ocurrido este mismo jueves.

«No tenemos un refugio antiaéreo, por lo que los niños y el personal se reunieron en el vestíbulo de entrada, donde no hay ventanas», ha dicho a la ONG una auxiliar docente de 43 años, Natalia Yudina, que trabaja en la guardería Fairy Tale, agregando que ha sido un «milagro absoluto» que «ningún niño haya resultado herido».


«Después del desayuno, algunos niños se dirigían al salón de recreo y otros se disponían a dar un paseo», ha matizado. La ONG denuncia que al menos tres miembros del personal tuvieron que ser trasladados al hospital y fueron diagnosticados con conmociones cerebrales y varios grados de pérdida auditiva.

Por su parte, un trabajador de mantenimiento en el lugar, Olexander Slesoryv, de 34 años, ha narrado que, durante el bombardeo, se encontraba barriendo el patio: «Le grité al (maestro asistente), que también estaba afuera, y se paró a mi lado: ‘¡Corre!’. El (proyectil) golpeó la pared y explotó a no más de dos metros de nosotros».

Un ataque parecido ocurrió el mismo día en un colegio en Vrubivka, en el distrito de Popasna, en la misma región. Un miembro del personal de un grupo humanitario ucraniano le trasladó a HRW que un proyectil impactó en el patio de la escuela entre las diez y las once de la mañana (hora local).

La ONG también recoge incidentes similares en barrios residenciales: «Otro bombardeo el 17 de febrero alcanzó una casa en el asentamiento Kondrashovka. Dos casas vecinas también resultaron dañadas en el ataque», ha señalado en el comunicado.

Así lo pudo confirmar una residente de 58 años, Svetlana, que resaltó que, en el momento del ataque –que destruyó su sala de estar y el techo de su casa–, se encontraba junto a su esposo, su hija y su nieto, de siete años.

«Primero escuchamos una explosión muy cerca de la casa y mi hija reaccionó rápido. Agarró (al nieto) y corrieron al sótano. Mi esposo y yo (estuvimos enfermos) y no fuimos tan rápido, así que solo tuvimos tiempo de ir al baño cuando cayó el proyectil. Los oficiales nos dijeron después que era un proyectil de 122 milímetros».


HRW también describe otro ataque a 30 kilómetros de Donetsk, en una zona cercana a la ciudad de Marinka. Según informes del grupo humanitario Proliska y Vostok SOS, una organización no gubernamental ucraniana, un fragmento de proyectil hirió a Valentina Gordeyeva, de 65 años, que esperaba un autobús esa mañana.

Gordeyeva fue llevada a un hospital en la ciudad de Kurajovo, donde un médico confirmó a estas dos organizaciones que tenía una herida de metralla en el brazo izquierdo y una herida superficial en el estómago.

Varios residentes de Marinka dijeron que escucharon fuertes explosiones en la mañana provenientes de Donetsk: «Lo escuchamos regularmente», confirmó una residente local llamada Olexandra, que agregó que «esta vez fue mucho más intenso y mucho más fuerte».

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La ONG ha recordado que «el uso de armas explosivas en áreas pobladas» tienen «un gran radio destructivo» y han señalado que los efectos a largo plazo «incluyen daños a edificios civiles, interferencia con servicios como la atención médica y la educación, y el desplazamiento de la población local».

Por todo ello, Williamson ha subrayado que este tipo de armas «se encuentran entre las amenazas más graves para los civiles eb los conflictos armados contemporáneos». «Se debe evitar su uso donde viven civiles», ha zanjado.

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