MADRID, 21 (EUROPA PRESS)
El Gobierno de Ucrania ha lamentado este lunes que «la agresión de Rusia no hace más que expandirse», ocho años después de que comenzara el conflicto y en medio de un recrudecimiento de la situación en el este ucraniano.
En un comunicado difundido con motivo del 8º aniversario del comienzo del conflicto –el 20 de febrero–, el Ministerio de Exteriores ucraniano ha cifrado en unos 14.000 los muertos a raíz del conflicto y en al menos 30.000 personas los heridos, civiles incluidos. Además, más de 1,5 millones de personas se han visto obligadas a huir de sus hogares en Crimea y Donbás para escapar de «la ocupación» rusa del territorio de Ucrania.
La cartera de Exteriores ucraniana ha considerado la «agresión rusa» como «el primer intento desde la Segunda Guerra Mundial de apoderarse por la fuerza de parte de un estado vecino» y ha incidido en que «fue un golpe a la seguridad mundial basada en el Derecho Internacional, incluido el respeto por las fronteras internacionalmente reconocidas de los estados soberanos».
«La ocupación temporal y el intento de anexión de los territorios ucranianos los convirtieron en zonas de violación sin precedentes de los Derechos Humanos y las libertades fundamentales», ha continuado, antes de lamentar que «todos aquellos que no están de acuerdo con la ocupación son perseguidos sistemáticamente». «Rusia está hostigando a grupos étnicos y religiosos de ucranianos y tártaros en la Crime temporalmente ocupada», ha agregado.
En este sentido, y «a pesar de todos los esfuerzos de Ucrania y de la comunidad internacional para resolver pacíficamente el conflicto creado por Rusia», el Ministerio de Exteriores ha reiterado que «la agresión de Rusia no hace más que expandirse».
Así, ha precisado que «el reciente aumento sin precedentes de las tropas rusas cerca de la frontera de Ucrania en Crimea y Bielorrusia no sólo ha sido parte de la presión sobre Ucrania, sino también parte del chantaje destinado a socavar aún más la arquitectura, las normas y los principios de seguridad de Europa en el Derecho Internacional».
El Ministerio ha abundado en que Rusia «utiliza todos los instrumentos posibles» para «agredirle» y ha mencionado específicamente que, con el pretexto de llevar a cabo ejercicios navales, Rusia «está bloqueando gran parte de los mares Negro y Azov y el estrecho de Kerch, bloqueando rutas seguras y establecidas de comercio marítimo que conducen a los puertos ucranianos». «El último ejemplo de tal comportamiento fue del 13 al 19 de febrero», ha insistido, antes de señalar también que «los ciberataques periódicos continúan».
A juicio de la cartera de Exteriores ucraniana, Rusia «no ha conseguido su objetivo principal: destruir la unidad de Ucrania y socavar la firmeza de la coalición internacional en apoyo» de Kiev. En este sentido, Ucrania se ha declarado «comprometido» con la solución de este conflicto por la vía política y diplomática en el marco de los formatos de negociación ya en marcha, así como con la participación de los organismos internacionales para «restaurar y construir» la paz.
Por ello, ha pedido a Rusia «reducir la tensión, retirar sus fuerzas militares del territorio soberano de Ucrania y dejar de desestabilizar la situación de seguridad internacional». Por último, ha expresado su «agradecimiento» a los Estados que brindan a Kiev «apoyo político y práctico» para «fortalecer la resiliencia de defensa de Ucrania», al tiempo que ha pedido «intensificar» la cooperación técnico-militar bilateral con este fin.
La tensión de los últimos meses por la acumulación de tropas rusas en la frontera con Ucrania, sumado a la consiguiente intensificación de las operaciones de la OTAN han acabado por desbordar de nuevo el conflicto en el este del país, que enfrenta a las autoridades de Kiev con estas dos zonas separatistas, afines a Rusia.
