MADRID, 25 (EUROPA PRESS)
El presidente de Perú, Pedro Castillo, ha anunciado este viernes que dispondrá, a través del Ministerio de Defensa, «algunos aviones» para «rescatar» a los ciudadanos peruanos que se encuentren atrapados en Ucrania.
«Apoyamos como Gobierno, apoyamos como Estado, no solo a los que estamos acá, sino también a los que están fuera del país (…) Por los problemas conflictivos que existen últimamente en Ucrania (…) a través del Ministerio de Defensa se dispondrán algunos aviones para rescatar a nuestros hermanos», ha anunciado.
«Insto a la comunidad mundial, a los pueblos del mundo, que nos dejemos de confrontaciones, que a veces no entienden que es el pueblo el que sufre. Llamo a que los conflictos no se solucionen con las balas, sino a través de la vía diplomática, que se solucionen de manera pacífica», ha reclamado Castillo.
«Los países que están en estas situaciones son nuestros hermanos, tienen familias como nosotros y son aliados estratégicos para el desarrollo de este país y queremos que se solucionen los conflictos pacíficamente», ha insistido en un acto celebrado en el distrito de Puente Piedra, en la provincia de Lima.
Posteriormente, la directora general de Comunidades Peruanas en el Exterior, María Antonia Masana, ha informado un avión de la Fuerza Aérea peruana saldrá este viernes a las 6.00 hora local, desde Roma rumbo a Ucrania para llevar a cabo las repatriaciones.
Masana ha contado que de los 320 ciudadanos peruanos que residen en Ucrania hay 196 que han informado de su intención de salir del país, informa la emisora local Exitosa.
Castillo ha sido uno de los dirigentes latinoamericanos que en las últimas horas ha condenado el uso de la violencia y la guerra para dirimir los conflictos, tras conocerse la ofensiva militar de Moscú sobre territorio ucraniano este jueves.
Castillo hizo un haciendo un llamamiento a los pueblos de todo el mundo para resolvieran los conflictos a través de los cauces de la diplomacia y centrasen sus esfuerzos en los enemigos comunes, «la pobreza y la desigualdad».
«Que no se invierta en balas o municiones, que se invierta sentándonos a conversar para atacar enemigos comunes en el todo el mundo, como son la pobreza, la desigualdad y las enfermedades», reclamó.
