MADRID, 27 (EUROPA PRESS)
«Los grupos juveniles de calle se han convertido a menudo en desmesurado y negativo centro de atención por parte de los medios de comunicación y los discursos políticos». Ésta es una de las conclusiones de Carles Feixa, catedrático de Antropología Social del Departamento de Comunicación de la Universidad Pompeu Fabra, director de los proyectos Transgang y Leban, en el marco de los cuales se acaban de publicar dos informes con resultados de la investigación sobre las bandas juveniles, que pueden ser de interés para entender el trasfondo de los sucesos recientes en Madrid y para conocer maneras más adecuadas y democráticas de abordarlos.
Poniendo el foco en los procesos de mediación que se abren tanto desde los grupos como a través de las instituciones u otros agentes, estos trabajos buscan comprender la realidad de los jóvenes y sus dinámicas como banda
El primer informe ‘Procesos de legalización e ilegalización de agrupaciones juveniles de calle en España, Ecuador y El Salvador’, dirigido por Carles Feixa, coordinado por Begoña Aramayona, Eduard Ballesté y Sonia Páez de la Torre, cuenta con la participación de una veintena de investigadores de varias universidades y entidades españolas que están en contacto con agrupaciones juveniles.
El informe analiza el resultado de los procesos de «legalización» e «ilegalización» de los grupos juveniles de calle en España –Madrid, Barcelona y Valencia–, El Salvador y Ecuador, comparando los efectos de las políticas inclusivas –«bandas dentro»– o excluyentes –«bandas fuera»–.
El segundo informe se titula ‘Researching Youth Street Groups in Europe’ y está dirigido por Carles Feixa, coordinado por Luca Queirolo, y con la participación de Eduard Ballesté, Paolo Grassi, Juan Camilo Mansilla, María Oliver y Katia Núñez. La publicación busca realizar una diagnosis contextual de la situación de los grupos juveniles de calle en Barcelona, Milán, Marsella y Madrid.
Poniendo el foco en los procesos de mediación que se abren tanto desde los grupos como a través de las instituciones u otros agentes, estos trabajos buscan comprender la realidad de los jóvenes y sus dinámicas como banda, intentando no criminalizar o estigmatizar sus acciones para poder analizarlos como agentes sociales que cumplen ciertas funciones para el grupo de iguales.
Otro resultado del proyecto Transgang es ‘Beyond marginalization: youth street groups in Nothern Africa’, una compilación centrada en los casos de Casablanca, Argel, Djendel y Tunez. Próximamente se publicará la versión de las Américas, con los estudios de caso de Medellín, Chicago, San Salvador y Santiago de Cuba.
En el contexto actual, donde a las consecutivas crisis económicas se le ha sumado la crisis vinculada con la pandemia, podemos observar cómo sobre los grupos de jóvenes que están en los márgenes suelen recaer procesos de estigmatización que generan un incremento de la discriminación social y política.
Según el investigador principal Carles Feixa, «los grupos juveniles de calle se han convertido a menudo en desmesurado (y negativo) centro de atención por parte de los medios de comunicación y los discursos políticos; pocas veces se les ha dado espacios para hablar, definirse y representarse por sí mismos».
Eduard Ballesté, investigador local en Barcelona, cree que «en pocas ocasiones se da relevancia mediática y política al entorno que rodea a estos grupos, excepto en aquellas situaciones en las que hay una noticia trágica asociada a ellos».
Según María Oliver, investigadora local en Madrid, «la inmediatez y el desconocimiento de las realidades materiales y concretas en la que viven estos jóvenes por parte de quienes tienen que llevar a cabo políticas públicas y de prevención de violencia son algunos de los impedimentos para trabajar con los grupos juveniles de calle a medio y largo plazo».
Esta compilación de trabajos busca alejarse de estos procesos para observar, estudiar y analizar las dinámicas cotidianas de estos grupos, sus características, las problemáticas a las que hacen frente, así como las relaciones que constituyen a su alrededor con otros grupos o con las distintas instituciones.
La fase final del proyecto Transgang presentará los resultados de las investigaciones llevadas a cabo en las ciudades mencionadas, además de un Libro Blanco de buenas prácticas donde se recogerán procesos de mediación o de interrelación entre grupos (o de grupos con otros agentes sociales y políticos) que hayan sido beneficiosos, positivos o correctamente desarrollados.