YOGYAKARTA, Indonesia (AP) — El volcán Monte Merapi de Indonesia expulsó nubes calientes en erupciones a primeras horas del jueves que obligaron a unos 250 residentes a huir a albergues y cubrieron de ceniza aldeas y poblados. No se informó de víctimas.
El volcán ubicado en la densamente poblada isla de Java lanzó nubes de ceniza caliente al menos en siete ocasiones poco antes y después de la medianoche, así como flujos piroclásticos —una mezcla de roca, lava y gas— que descendían a gran velocidad por las laderas y se extendían hasta 5 kilómetros (3,1 millas), dijo el portavoz de la Agencia Nacional de Mitigación de Desastres, Abdul Muhari, en un comunicado. El estruendo pudo escucharse a varios kilómetros de distancia.
Muhari dijo que 253 personas fueron desalojadas y llevadas a albergues temporales en las aldeas de Glagaharjo y Umbulharjo en la provincia especial de Yogyakarta y en el distrito Klaten, en Java Central, debido a los peligros en Merapi.
La ceniza de las erupciones cubrió varias aldeas y poblados cercanos sin que se informara de víctimas, dijo Muhari.
Se recomendó a los residentes que viven en las fértiles faldas del Merapi que se mantuvieran a 7 kilómetros (4,3 millas) de distancia de la boca del cráter y estén conscientes del peligro que representa la lava, dijo la Agencia de Geología e Investigación Vulcanológica de Indonesia.
El Monte Merapi es el más activo entre más de 120 volcanes activos en Indonesia y recientemente ha hecho erupciones repetidas veces. El Centro de Vulcanología y Mitigación de Peligros Geológicos no elevó el nivel de alerta del Merapi, que ya se encontraba en el segundo más alto de entre cuatro niveles desde que comenzaron las erupciones en noviembre.
El volcán de 2.968 metros (9.737 pies) de altura se ubica cerca de Yogyakarta, una antigua ciudad de cientos de miles de personas enclavada en una gran zona metropolitana. La urbe también es un centro de la cultura javanesa y sede de dinastías reales que se remontan a siglos de antigüedad.
La erupción previa del Merapi en 2010 dejó 347 muertos y obligó a evacuar a 20.000 personas.