«No lo sé, nadie lo sabe (si voy a tener coche para ganar carreras este año). En los test, todos hemos tenido muchos altibajos y hemos tenido buenos días, especialmente en los dos últimos en Baréin. Hemos hecho muchos progresos con el coche, pero descubriremos el rendimiento real de cada uno en la clasificación mañana», declaró en la rueda de prensa oficial antes de la primera carrera.
En este sentido, recordó que la temporada será «muy larga», sobre todo después de los cambios normativos introducidos en el ‘Gran Circo’. «Son 22 carreras, hay mucho desarrollo en los coches, y no es cómo empieces mañana, sino cómo progreses y avances en los primeros dos o tres meses de la temporada. Estamos trabajando y el equipo es muy optimista», explicó.
Además, el asturiano aseguró que «nadie» sabe en qué punto está «cada equipo en cuanto a rendimiento». «Solo estás contento cuando luchas por la pole. Como he dicho muchas veces, entramos en esta nueva era de la Fórmula 1 donde todos los equipos tienen más o menos las mismas posibilidades, hay un límite presupuestario y depende de nosotros construir el coche más rápido», apuntó.
«Tal vez no podamos lograr esto en este primer año, porque hay muchas cosas que están sucediendo dentro del equipo, para asegurarnos poder ser competitivos en el futuro, que es lo que también Alpine quiere. Trabajaremos día y noche hasta que lo consigamos», continuó.
Por último, el bicampeón del mundo reconoció que los monoplazas son «diferentes» a los del curso pasado, «más pesados», y que deben adaptarse poco a poco. «Te sientes mejor conduciendo coches más ligeros, así es como deberían ser las carreras. Pero, por otra parte, son coches muy seguros, la sostenibilidad también ha sido un tema importante en los últimos años en la Fórmula 1. Es la dirección en la que va el mundo y estamos contentos de seguirla», manifestó.