Cumbre Los líderes de la UE inician su cumbre divididos en el debate sobre sanciones al sector energético ruso

BRUSELAS, 24 (EUROPA PRESS)

Los líderes de la Unión Europea asisten este jueves en Bruselas a una nueva cumbre con la determinación de mantener la presión sobre el presidente de Rusia, Vladimir Putin, para que dé marcha atrás en su ofensiva en Ucrania; pero lo hacen divididos respecto a si endurecer sus sanciones hasta el punto de afectar al sector energético ruso, del que varios de los socios son fuertemente dependientes.

«Las sanciones deben tener un impacto mayor en Rusia que del lado europeo, no estamos en guerra contra nosotros mismos», ha avisado el primer ministro belga, el liberal Alexander de Croo, en declaraciones a la prensa a su llegada al Consejo europeo, al ser preguntado por posibles sanciones energéticas y defender que sería una forma de «debilitar de manera innecesaria» a los países de la UE.

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Así, De Croo ha rechazado de plano que la UE dé el paso de acordar un embargo que afecte a los hidrocarburos rusos porque, a su juicio, ello tendría un impacto «devastador» para las economías europeas.

De manera similar, el primer ministro de Luxemburgo, el también liberal Xavier Bettel, ha defendido el enfoque «gradual» en la adopción de nuevas sanciones y considerado que no se dan las circunstancias para dar un paso más hacia el embargo de gas o petróleo ruso, porque las medidas deben ser «en reacción a algo».

«Por ahora la situación no está yendo a peor. Si adoptamos más sanciones ahora, con la situación en ‘statu quo’, ¿cuál sería el siguiente paso?», ha opinado Bettel, en alusión a reservar el siguiente grado de sanciones a un eventual uso de armas químicas en la ofensiva rusa.

Finlandia, por contra, es partidaria de ampliar las sanciones al plano energético para cortar «tan pronto como sea posible» con la dependencia de los combustibles fósiles rusos, ha dicho su primera ministra, Sanna Marin. «Mientras se compre energía a Rusia estaremos financiando la guerra y ese es un problema que debemos abordar», ha remachado la mandataria finlandesa.


El presidente de Lituania, Gitanas Nauseda, también ha defendido reforzar las sanciones contra Rusia por su «un importante impacto macroeconómico» y se ha mostrado partidario de romper con la dependencia energética de Moscú.

Nauseda recordó que hace una década que Lituania empezó a cortar su relación energética con Rusia y ha instado Alemania a actuar «en el mismo sentido», si bien ha reconocido que se encuentra en una situación «más difícil» por su alta dependencia del gas ruso.

También el primer ministro irlandés, Micheal Martin, se ha mostrado a favor de las «sanciones más duras posibles» para mantener la presión contra Putin, aunque ha concedido que cualquier medida que se adopte debe tener en cuenta las consecuencias en los Estados miembros.

El primer ministro de Letonia, Arturs Krisjanis Karins, ha pedido sanciones energéticas «de forma inmediata» para detener la «maquinaria de guerra de Putin» y se ha inclinado por el carbón y el petróleo como las opciones más «lógicas», para sortear las reservas de los socios más dependientes del gas ruso.

«La paz no se logrará en poco tiempo y Rusia espera que demos un paso atrás que es algo que no debemos hacer», ha indicado, por su parte, la primera ministra estonia, Kaja Kallas, para advertir de que la UE sentaría un precedente negativo si vuelve a tratar con normalidad a Moscú y reclamar sanciones duras para «causar daño ahora».

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