Asegura que Rusia «no tiene ninguna razón» para confiar en que Ucrania cumpla con el Derecho Internacional Humanitario
MADRID, 24 (EUROPA PRESS)
El ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, ha asegurado este jueves que los rusos que deciden «abandonar» el país euroasiático en el marco de la invasión de Ucrania «tienen derecho a elegir», después de que un asesor, Anatoli Chubais, haya dimitido y haya salido de Rusia, supuestamente por su disconformidad con la política oficial en relación al país vecino.
En una rueda de prensa al término de su reunión con el presidente del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), Peter Maurer, el ministro ruso ha aseverado que «todos los ciudadanos de Rusia deberían tener derecho a elegir».
«Si aquellos que quieren elegir la residencia en otro país llegan a tal decisión, eso está de acuerdo con nuestra legislación, (es) su elección, su decisión», ha continuado, según ha recogido la agencia de noticias rusa TASS.
Según ha informado la agencia de noticias rusa Interfax, Lavrov ha respondido así a la petición de una aclaración de las palabras del presidente, Vladimir Putin, sobre «limpiar de traidores a la sociedad rusa».
El Kremlin y Putin han cargado contra los «traidores» que dan la espalda al país «en tiempos difíciles», en un contexto de máxima vigilancia y censura para evitar cualquier disidencia referente a la invasión de Ucrania. El presidente defendió la «autolimpieza» social como vehículo para la «cohesión». El portavoz presidencial, Dimitri Peskov, señaló que en un contexto como el actual «muchas personas muestran su esencia», destapándose como «traidores».
El miércoles se conoció que Chubais ha dimitido y ha salido de Rusia, por una supuesta oposición a la guerra de Ucrania, según dijo una fuente de su entorno a TASS. De confirmarse, sería el funcionario de más alto nivel que rompe con el Kremlin por la invasión sobre Ucrania.
Por otro lado, Lavrov ha asegurado que Rusia «no tiene ninguna razón en particular para confiar» en que Ucrania cumpla «conscientemente» sus obligaciones en virtud del Derecho Internacional Humanitario y ha detallado que ha abordado con Maurer cómo Kiev hace «cosas directamente contrarias» al mismo.
«Hoy hablamos en detalle sobre el lado político del asunto. Sobre cómo las autoridades de Kiev y los nacionalistas que controlan varios asentamientos están tratando de impedir la salida libre de civiles, tratando de usarlos como escudos humanos, desplegando armas pesadas en los bloques de la ciudad y haciendo otras cosas directamente contrarias al Derecho Internacional humanitario», ha dicho.
En este sentido, ha señalado que «espera» que se «tomen medidas» para garantizar el intercambio de información a través de los canales del CICR para resolver los problemas humanitarios «y no para su politización». «Esperamos que los esfuerzos de mediación del CICR den frutos», ha dicho.
Además, el ministro ruso ha afirmado que Rusia está preparado para que los países occidentales «se embarquen en el camino de la rusofobia», ante la invasión de Ucrania. En este contexto, ha señalado que Occidente ve a Ucrania como «un instrumento de política rusofóbica y de contención» de Moscú.
«Como tal herramienta, al régimen de Kiev se le ha permitido todo, incluido el asesinato de civiles en los últimos ocho años, la prohibición del idioma, la cultura y el periodismos rusos, la exclusión de los rusos de entre los pueblos indígenas de Ucrania», ha remachado.