MADRID, 6 (EUROPA PRESS)
Expertos reunidos en el Encuentro informativo ‘Radiación UV-C. Generación, eficacia y eficiencia como agente germicida en desinfección hospitalaria’, organizado por Europa Press y Clece, han defendido el uso de las lámparas de xenon para la desinfección de bacterias, hongos y virus de las superficies, especialmente en hospitales.
En la reunión han participado el doctor Epidemiólogo por la Universidad Johns Hopkins, vicepresidente Científico y Cofundador de Xenex Ltd, Mark Stibich; el jefe del Servicio de Bioseguridad del Centro Nacional de Biotecnología (CNB-CSIC), vicepresidente de la Asociación Española de Bioseguridad, Fernando Usera; el socio fundador CandelTEC, Ingeniero Técnico Industrial, Francisco Faus Talavera; y la facultativa especialista del Servei de Microbiologia i Parasitologia Hospital Universitari Vall d’Hebron de Barcelona Virginia Rodríguez Garrido.
El doctor Usera ha destacado que, según los estudios llevados a cabo por su grupo investigador en el CSIC, que el dispositivo irradiador Ulises fabricado por Xenex tiene un «potente efecto» viricida sobre el coronavirus SARS-CoV-2 causante de la COVID-19. Además, su efecto se caracteriza por ser muy rápido, pudiéndose obtener una reducción de la carga viral casi completa en los primeros 2 o 3 minutos, por lo que ha asegurado que este sistema de desinfección aporta «ventajas muy significativas».
Del mismo modo, se ha comprobado que el irradiador UV Xenex es eficaz para la reducción drástica de la viabilidad de las bacterias que con mayor frecuencia producen infecciones nosocomiales y, al mismo tiempo, reduce la viabilidad de esporas bacterianas, estructuras particularmente resistentes a la acción germicida.
De hecho, según los estudios realizados por el CSIC en colaboración con el Centro nacional de Biotecnología, han validado la eeficacia de desinfección de este sistema, al locar un 99,999999% de reducción en las principàles bacterias nosocomiales, el 100% en virus y el 99% en hongos.
Por su parte, Faus Talavera, tras explicar los diferentes tipos de radiación ultravioleta que existen, ha subrayado el «auge» de equipos de desinfección de superficies que se ha producido tras con la pandemia del coronavirus, mientras que Stibich ha detallado los resultados obtenidos con estas lámparas de xenon en diversos hospitales de Estados Unidos y con más de 32 millones de ciclos de limpieza en todo el mundo, y ha defendido su uso frente a las mercurio, las cuales son más contaminantes. «Si se rompe una que contiene gas xenon no hay problema a diferencia de lo que supondría la rotura en una que contiene gas mercurio», ha asegurado.
Por el Convenio de Minamata de la ONU, al que España se ha unido el pasado mes de marzo como miembro de pleno derecho, se acordó la retirada en 2020 de los dispositivos que contengan mercurio, debido a su alto poder contaminante, de ahí la importancia de contar con otro tipo de herramientas que no contengan este componente.
Rodríguez Garrido ha narrado también la experiencia con estos dispositivos en el Hospital Universitari Vall d’Hebron, el primero en España en incorporar esta tecnología. La bióloga ha explicado cómo consiguen estas lámparas de irradiación UV de luz pulsada acabar con los gérmenes patógenos. «Estos sístemas físicos de luz UV provocan cambios que impiden los procesos de transmisión y provocan la muerte celular en las bacterias. Esto es muy importante– ha añadido– porque no se van a producir resistencias, como sí se ha podido demostrar que existe con algunos desinfectantes».
Las infecciones nosocomiales, de las que se producen 4,5 millones al año en todo el mundo, según datos de la OMS, causan 37.000 muertes directas y otras 110.000 indirectas, además de 16 millones de días de estancia adicional en los hospitales, con un elevado coste para los servicios sanitarios de los países, cifrados en unos 7.000 millones anuales en Europa y de unos 800 millones en España, según un informe del Ministerio de Sanidad de 2008.
El sistema Xenex, que se ha probado con los principales pagógenos habituales en los hospitales, como el ‘Staphylococcus aureus’ o el clostridium difficile’, así como el MERS o el ébola, que generaron emergencias sanitarias en pasados años, está disponible a través de Clece en una veintena de hospitales españoles, como el Ramón y Cajal de Madrid, La Fe de Valencia o el Miguel Servet de Zaragoza, con unas 40 máquinas distribuidas en estos centros.