MADRID, 8 (EUROPA PRESS)
El Gobierno defiende el consumo «moderado y responsable» de alcohol siempre que se produzca dentro de una Dieta Mediterránea que sea «sostenible, rica y equilibrada», según apunta en una respuesta parlamentaria a una cuestión planteada por el Grupo Popula del Congreso de los Diputados.
«Desde el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación se defiende la importancia del consumo moderado y responsable del vino, la cerveza y las bebidas espirituosas, en el marco de una dieta sostenible, rica y equilibrada, como es nuestra Dieta Mediterránea», justifica el Ejecutivo en una respuesta por escrito en el Congreso a la que ha tenido acceso Europa Press.
En su cuestión, la diputada ‘popular’ María José García-Pelayo, vicepresidenta segunda de la Comisión de Agricultura, Pesca y Alimentación, solicitaba conocer la posición del Gobierno en relación con la calificación del vino, las bebidas espirituosas y la cerveza como «productos cancerígenos».
Precisamente el PP consiguió en febrero frenar en Europa que se calificara el consumo moderado de alcohol como perjudicial para la salud, dentro de la votación de enmiendas al informe del Plan Europeo de Lucha contra el Cáncer.
Las enmiendas, lideradas por la eurodiputada del PP y ex ministra de Sanidad Dolors Montserrat, pedían «no equiparar el consumo abusivo de alcohol con el consumo moderado de vino, subrayando que el consumo abusivo de alcohol sí es un factor de riesgo para la salud».
Además, se aprobó la enmienda que pide un etiquetado sobre la importancia del consumo moderado, en vez de «etiquetas con advertencias sanitarias», cerrando la puerta a que se impongan en Europa etiquetas al vino como las que se han impuesto a otros productos dañinos para la salud.
«La dieta Mediterránea, patrimonio cultural inmaterial de la humanidad, es una valiosa herencia cultural europea, que nos aporta una alimentación saludable que contempla un consumo moderado de vino», defendió la ex ministra.
Por su parte, desde Agricultura señalan que están intentando conseguir «el máximo nivel de rigor científico en la toma de decisiones que puedan afectar a un sector clave para nuestro país, como es el sector de las bebidas alcohólicas en general, y el vitivinícola en particular».
En este sentido, el Ministerio considera que «es necesario centrar los esfuerzos en la reducción del consumo perjudicial de alcohol, y no en la reducción del consumo en sí, evitando que se criminalice a ningún producto».
Sin embargo, multitud de estudios científicos y la propia Organización Mundial de la Salud (OMS) han advertido en muchas ocasiones de que no hay un consumo «seguro» de alcohol y de que cualquier cantidad de esta sustancia es perjudicial para el organismo. Por todo ello, rechazan hablar de consumo «moderado».
De hecho, un estudio publicado el año pasado por el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC) de la OMS y publicado en la revista científica ‘The Lancet Oncology’ (una de las más prestigiosas a nivel mundial), advirtió de la asociación entre el consumo de alcohol y un riesgo sustancialmente mayor de desarrollar varias formas de cáncer, incluidos tumores de mama, colon y boca.
En la investigación, el aumento del riesgo fue evidente incluso entre los bebedores leves o moderados (hasta 2 consumiciones al día), que representan 1 de cada 7 de todos los nuevos cánceres registrados en 2020, es decir, más de 100.000 nuevos casos en todo el mundo al año.
Sociedades científicas y profesionales sanitarios también se posicionan contra el llamado consumo moderado. Por ejemplo, en 2019, la Sociedad Española de Médicina Familiar y Comunitaria (semFYC) se posicionó en contra de los hipotéticos beneficios de un consumo de menos de 30 grs/día de alcohol.
«No hay razones para recomendar como beneficioso para la salud del conjunto de la población el consumo de bebidas alcohólicas de cualquier graduación», señaló entonces Julio Basulto, dietista-nutricionista, profesor asociado de la Facultad de Ciencias de la Salud y el Bienestar de la Universidad de Vic, que calificó de «bulos» las afirmaciones sobre las bondades del bajo consumo de alcohol.
Un buen número de estudios han sugerido que consumir pequeñas cantidades de alcohol puede tener cierto beneficio en la cardiopatía isquémica en algunos grupos de personas. Sin embargo, los médicos de Familia puntualizan que estos datos «deben cuestionarse», puesto que se han observado diversos problemas metodológicos en los estudios sobre consumo moderado.
Por otro lado, defienden que el consumo de alcohol aumenta «inequívocamente» el riesgo de enfermedad hipertensiva, ictus hemorrágico y fibrilación auricular. De hecho, una investigación publicada en marzo de 2019 en la revista ‘BMC PublicHealth’ concluyó que una mujer no fumadora y que bebe una botella de vino a la semana aumenta su riesgo de padecer cáncer (esencialmente de mama) tanto como si fumara 10 cigarrillos en ese mismo periodo de tiempo.