TEHERÁN, Irán (AP) — Irán confirmó el traslado de una instalación de centrifugado nuclear a su complejo subterráneo de Natanz, según medios estatales, días después de que la agencia atómica de Naciones Unidas dijera que había instalado cámaras de vigilancia para supervisar el nuevo centro de trabajo a petición de Teherán.
El reporte del sábado por la noche de la agencia oficial de noticias IRNA se publicó durante un aparente estancamiento de los esfuerzos diplomáticos por restaurar el maltrecho acuerdo nuclear iraní.
Las autoridades han trasladado la operación a un lugar más seguro, indicó el vocero de la organización atómica iraní, Behrouz Kamalvandi, en declaraciones citadas por la agencia de noticias.
La instalación de centrifugado iraní en Karaj fue blanco en junio de lo que Irán describió como un sabotaje. El recinto ha sufrido dos ataques de sabotaje en medio de la incertidumbre sobre el acuerdo nuclear. Teherán ha atribuido los ataques a Israel.
“Por desgracia, debido a una operación terrorista que se produjo contra Karaj, nos vimos obligados a intensificar las medidas de seguridad, bajo las que trasladamos una parte de las máquinas y transferimos el resto a Natanz e Isfashan”, dijo Kamalvandi. En Isfahan hay otro centro nuclear iraní.
El Organismo Internacional de la Energía atómica, con sede en Viena, dijo el jueves que había instalado cámaras y retirado precintos de máquinas en el nuevo taller en Natanz dos días antes. Esas máquinas se utilizarán para fabricar componentes cruciales de las centrifugadoras que enriquecen el gas de uranio.
Las negociaciones en Viena entre Irán y potencias internacionales para reavivar el acuerdo nuclear de 2015 se han estancado. Se teme que Irán pueda estar más cerca de construir un arma nuclear si decide hacerlo.
El acuerdo se derrumbó hace cuatro años cuando el expresidente Donald Trump retiró a Estados Unidos e impuso duras sanciones sobre Irán. Entre tanto, Irán ha incrementado de forma considerable su actividad nuclear.
El líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Jamenei, insistió el martes en que las conversaciones sobre el acuerdo “siguen adelante de forma apropiada” incluso después de comentarios reiterados de funcionarios estadounidenses sobre que quizá no se alcance un acuerdo.
Dentro del acuerdo, Irán dejó centrifugadoras avanzadas en almacenaje y bajo supervisión del OIEA, además de limitar el enriquecimiento a una pureza del 3,67% y sus reservas a apenas 300 kilos (661 libras) de uranio.
El OIEA estima que hasta el 19 de febrero, Irán tenía unas reservas de uranio enriquecido de casi 3.200 kilos (7.055 libras). Parte se había enriquecido hasta una pureza del 60%, a un pequeño paso técnico del 90% empleado en armamento. Mientras tanto, Irán ha cortado el acceso del OIEA a las imágenes de sus cámaras de seguridad.
Kamalvandi reiteró la postura iraní de que Teherán no proporcionará datos de las cámaras a la agencia de Naciones Unidas si no se alcanza un acuerdo.
Irán insiste en que su programa nuclear tiene fines pacíficos. Sin embargo, las agencias de inteligencia de Estados Unidos y el OIEA creen que Irán tuvo un programa nuclear militar organizado hasta 2003.