MADRID, 22 (EUROPA PRESS)
El canario Alejandro Hernández Hernández, árbitro que dirigirá la final de la Copa del Rey de este sábado entre el Valencia y Betis, dijo este viernes que no es la primera vez que escuchaba que «el arbitraje está en su peor momento» y se quejó de quienes «convierten los aciertos en errores», mientras que aseveró que ningún presidente de la RFEF le ha dicho «jamás ninguna directriz» a la hora de hacer su trabajo.
«Llevo 15 años en el fútbol profesional y lo de que el arbitraje está en su peor momento lo he escuchado varias veces, en varias temporadas diferentes. Cada uno es libre de pensar lo que quiera. Nosotros ponemos toda la carne en el asador para que todo salga lo mejor posible», afirmó el colegiado, que compareció en rueda de prensa junto a Ricardo De Burgos Bengoetxea, que estará en el VAR.
Hernández Hernández se mostró molesto con la gente que utiliza los aciertos arbitrales para levantar polémica. «Yo entiendo que cuando hay errores salgamos y haya ruido porque hemos cometido errores, pero cuando el acierto es claro y flagrante, que eso se convierta en polémica es algo que tenemos que hacernos mirar», apuntó.
El colegiado pone además el foco en la gente cercana al fútbol. «Que muchos de los protagonistas, sabiendo que hemos acertado, no sean capaces de reconocerlo y lo conviertan en un error, creo que nos daña en primer lugar a nosotros, pero también al deporte, al fútbol, a la credibilidad», añadió el canario.
Ante la pregunta sobre si se sentían cuestionados los árbitros tras la polémica generada por los audios filtrados entre Gerard Piqué y Luis Rubiales, el canario aseguró que «quien tenía que dar explicaciones lo ha hecho».
«En los 28 años que llevo arbitrando, ningún presidente de federación me ha dicho jamás ninguna directriz a seguir y si hubiera sido así habría dejado el silbato. Si por algo puedo poner la mano en el fuego es por la honorabilidad de mi colectivo. Podemos presumir de pocas cosas, pero una de ellas es que somos un colectivo objetivo», afirmó Hernández Hernández.
El árbitro fue preguntado también sobre la posibilidad de hablar ante los medios de comunicación más a menudo, y aunque cree que «no debería haber ningún problema», también dejó claro que se podría «sacar punta a una frase mal contextualizada o mal dicha». «Los protagonistas en el fútbol son los futbolistas», advirtió, subrayando que él y su equipo no quieren aparecer en el primer plano. «Es un terreno un poco peligroso», remarcó.
«ES UN HONOR PODER DISFRUTAR DE UNA FINAL DE COPA»
Centrado en lo que le espera en la noche del sábado en la final de Copa, reconoció que «es un partido especialmente bonito de arbitrar» y que «en estos partidos siempre hay alguien feliz, es una fiesta del fútbol y es un honor poder disfrutarlo y afrontarlo».
Sobre el juego de Betis y Valencia, dijo que ambos tenían su forma de jugar y que eso no iba a condicionar su arbitraje. «Todas las formas de afrontar un partido que estén dentro de un reglamento son válidas y lícitas. Que cada uno use las herramientas que tenga en su mano», indicó.
«Yo tengo una teoría y es que en las finales hay menos amarillas por la actitud de los propios equipos, porque saben que tienen 90 ó 120 minutos para ganar el trofeo, no pueden perder el tiempo en pensar en el árbitro», explicó Hernández Hernández hablando sobre la dificultad de un partido de estas características.
El colegiado canario afirmó estar «al margen de todo lo que va rondando por las redes», reconociéndose «respetado» cuando ha tenido que encontrarse directamente con los integrantes de los dos equipos. «Todo lo que está fuera de ahí se me escapa, cada uno es dueño de sus actos y no tiene relevancia para afrontar el partido de mañana», puntualizó.
Hernández Hernández fue cuestionado también sobre la polémica que suscita la aplicación del VAR. «Hay periodistas que están muy bien informados», manifestó el canario, que recordó que «todo el mundo ha tenido y tiene la posibilidad de enterarse de cómo funciona el protocolo».
«Hay jugadas grises en que hagamos lo que hagamos estamos en situaciones complicadas. Hay decisiones que se toman en un lado y que entendemos que haya gente que piense lo contrario, porque esto no son matemáticas. El fútbol tiene muchos grises y ahí está la dificultad de nuestro trabajo», declaró.
Finalmente, recordó que «el fútbol es pasión». «Mañana medio estadio quiere una cosa y el otro medio la contraria y nosotros sabemos lidiar con ellos, tenemos la experiencia necesaria. Tenemos un profundo respeto por las dos aficiones, que se merecen nuestra mejor versión», concluyó el colegiado.
