ROMA, 22 (EUROPA PRESS)
El Papa ha revelado que el Vaticano se ha visto obligado a suspender una reunión con el Patriarca Kirill, máximo representante de la Iglesia Ortodoxa en Rusia, para no generar «muchas confusiones».
«Lamento que el Vaticano haya tenido que levantar una segunda reunión con el patriarca Kirill, que teníamos programada para junio en Jerusalén. Pero nuestra diplomacia entendió que una reunión de los dos en estos momentos podía prestarse a muchas confusiones», ha reconocido el Papa en una entrevista con el diario ‘La Nación’ de Argentina. El encuentro iba a producirse durante su viaje al Líbano en junio.
Preguntado por la relación del Vaticano con el Patriarcado ortodoxo de Moscú, el Papa ha asegurado que es «muy buena» y ha admitido que él siempre ha promovido el diálogo interreligioso: «Cuando era arzobispo de Buenos Aires junté en un fructífero diálogo a cristianos, judíos y musulmanes. Fue una de las iniciativas de las que me siento más orgulloso. Es la misma política que promuevo en el Vaticano». «Para mí el acuerdo es superior al conflicto», ha zanjado.
Asimismo, ha dejado claro que las gestiones diplomáticas continúan su curso. «El Vaticano no descansa nunca. Los detalles no se los puedo contar porque dejarían de ser gestiones diplomáticas. Pero los intentos no cesarán nunca».
El Papa también ha aclarado porqué en sus alocuciones nunca nombra específicamente a Rusia o a su presidente, Vladimir Putin, una omisión que ha sido muy criticada en algunos sectores: «Un papa nunca nombra a un jefe de Estado ni mucho menos a un país, que es superior a su jefe de Estado», ha sentenciado.
A mediados de marzo, el Papa y el Patriarca Kirill mantuvieron una reunión telemática en la que conversaron sobre la situación en Ucrania y, en concreto, sobre las condiciones humanitarias de la población y el avance de las negociaciones entre las delegaciones de ambos países para lograr un alto el fuego.
En la conferencia estuvo presente el presidente del Departamento de Relaciones Eclesiásticas Externas del Patriarcado Ortodoxo Ruso, el Metropolitano Hilarion de Volokolamsk; un funcionario de la secretaría para las relaciones entre los cristianos, I.A. Nikolaev; así como el presidente del Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, el cardenal Kurt Koch, y el sacerdote Jaromir Zadrapa, del mismo organismo del Vaticano.
Francisco agradeció en aquella ocasión al Patriarca Kirill que hubiera organizado el encuentro virtual «motivado por la voluntad de indicar, cómo pastores de su pueblo, un camino para la paz y de rezar por el don de la paz y para que cese el fuego», según destacó en un comunicado la oficina de prensa del Vaticano. Dos semanas después, el Patriarcado de la Iglesia Ortodoxa en Rusia reveló que estaba organizando una reunión entre el Patriarca Kirill, máximo representante de los ortodoxos rusos, y el Papa Francisco este mismo año para hablar, entre otras asuntos, de la situación en Ucrania.
La decisión de cancelar esa reunión –que según el Papa se iba a producir en Jerusalén– se produce después de que el Vaticano cancelara un texto del Viacrucis para no ofender a Ucrania. En la XIII estación del Via Crucis que el Pontífice presidió desde el Coliseo, una mujer rusa y una ucraniana llevaron juntas la Cruz lo que desató una polémica entre el Gobierno ucraniano y la iglesia local. Finalmente, se optó por anular la meditación prevista y se cambió por una oración en silencio.
«ESTOY DISPUESTO A TODO PARA QUE NO HAYA UNA SOLA MUERTE MÁS EN UCRANIA»
En la entrevista, también da las claves de su visita a la embajada de Rusia ante la Santa Sede pocos días después de que las tropas rusas entrarán en Ucrania. El Papa ha subrayado que fue «solo» porque no quiso «que nadie» lo acompañara porque era su «responsabilidad». Así, ha explicado que tomó esa decisión «en una noche de vigilia pensando en Ucrania».
«Está claro, para quien quiere verlo bien, que estaba señalando al gobierno que puede poner fin a la guerra en el próximo instante. Para serle sincero, quisiera hacer algo para que no haya una sola muerte más en Ucrania. Ni una más. Y estoy dispuesto a hacer todo», ha manifestado.
Sobre la justificación que suele darse para explicar que Rusia ha decidido invadir Ucrania porque es un país vecino que iba entrar en la OTAN, lo que ponía en peligro la seguridad rusa, el Papa ha considerado que «toda guerra es anacrónica en este mundo y a esta altura de la civilización». «Por eso también besé públicamente la bandera de Ucrania. Era un gesto de solidaridad con sus muertos, con sus familias y con los que sufren la emigración», ha revelado.
El Papa ha mostrado en varias ocasiones su intención de viajar a Ucrania, pero en esta entrevista se ha preguntado si es conveniente hacerlo. «No puedo hacer nada que ponga en riesgo objetivos superiores, que son el fin de la guerra, una tregua o, al menos, un corredor humanitario. ¿De qué serviría que el Papa fuera a Kiev si la guerra continuara al día siguiente?», ha asegurado.