VARADERO, Cuba (AP) — Las autoridades cubanas apuestan por una rápida recuperación del turismo por su potencial para atraer y generar ingresos y para mostrar que el país vive un clima seguro.
El presidente Miguel Díaz-Canel, el primer ministro Manuel Marrero y el titular del sector Juan Carlos García -junto a la plana mayor de muchas entidades gubernamentales-, encabezaron el martes la apertura de la Feria Internacional de Turismo en Varadero, a unos 150 kilómetros al este de la capital y considerado el balneario más importante de la nación caribeña.
La combinación de la pandemia de COVID-19, el incremento de las sanciones estadounidenses y una reestructuración económica hizo que la isla padeciera en los últimos meses una crisis que se tradujo en largas filas para obtener alimentos, combustible o medicinas.
“El desarrollo de este sector es el que nos permitirá alcanzar mayores crecimientos económicos”, dijo Marrero durante la inauguración del encuentro que contó con 2.600 participantes de 53 países -una cantidad récord para este evento que antes se desarrollaba anualmente-, incluidos representantes de líneas aéreas y operadores de turismo.
Marrero agregó que, como decía el expresidente Raúl Castro, «cada hotel que se inaugura es una fábrica generando divisas al país”.
Según el funcionario, que antes fue ministro de Turismo, junto con las sanciones hay una “guerra mediática” por parte de Estados Unidos» que busca mostrar que en Cuba “existe un caos, no hay control, de que es un país que no funciona” pero que gracias a la Feria «ustedes podrán apreciar la verdadera realidad cubana”.
Durante el primer trimestre del año Cuba recibió 313.900 turistas, una cifra muy superior a los 48.000 que arribaron en el mismo periodo de 2021 pero dramáticamente inferior a los 981.900 que lo hicieron en 2020 antes de que la pandemia golpeara a la isla.
Cifras oficiales indicaron que a lo largo de 2021 la nación caribeña dio la bienvenida a 573.900 vacacionistas, menos que en 2020 cuando se registraron poco más de un millón de visitas y que 2019 que registró 4,2 millones.
Ahora con la apertura de las aerolíneas y un relativo control del COVID-19, las autoridades indicaron que esperan recibir en este año unos 2,5 millones de turistas.
Sin embargo, la guerra de Rusia con Ucrania -que limitó los viajes de los ciudadanos rusos que se habían convertido en los más numerosos seguidos por los cubanos residentes en el extranjero y los canadienses- tendrá un impacto en el balance de este año.
También tendrán su efecto las sanciones estadounidenses que restringen los viajes desde ese país y que incluyen menos autorizaciones para vuelos, prohibición de cruceros y persecución a los ciudadanos transgresores, que ya habían hecho mella desde 2019.
Luego de la inauguración de la Feria el ministro García insistió ante un pequeño grupo de periodistas en el valor del sector como “impulsor de muchísimas actividades económicas” y advirtió que le gustaría una recuperación más rápida.
También respondió a las críticas sobre la construcción de hoteles en un país con tantas carencias en los momentos más duros de la pandemia y cuando persiste el desabastecimiento.
“En una dinámica bastante fuerte en el Caribe, nosotros seguimos creciendo y los hoteles que se han construido son los que teníamos en plan”, indicó el ministro.
Agregó que “nosotros tenemos nuestra planta hotelera, en las épocas de invierno a un 92, 94 y en días de 100% de ocupación”, manifestó García. “Nosotros trabajamos para traer 7 a 10 millones de turistas. Potencial tenemos”.