MADRID, 13 (EUROPA PRESS)
El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, ha alertado este jueves de que la ayuda humanitaria en la región de Tigray, en el norte de Etiopía, está «muy por debajo de lo necesario».
«Nuestros colegas humanitarios nos dicen que, en el norte de Etiopía, la entrega de ayuda por carretera en la región de Tigray sigue estando muy por debajo de lo necesario para satisfacer las necesidades de la población», ha denunciado a través del viceportavoz de la Secretaría General de la ONU, Farhan Haq.
Así, ha reclamado a las autoridades que garanticen que la ayuda llegue a la región de Tigray y ha alertado de que la situación humanitaria se ve agravada por la continua suspensión de los servicios básicos esenciales, como la banca, la electricidad y las comunicaciones.
Así, ha detallado que, desde principios de abril, unos 350 camiones con ayuda han llegado por el corredor Semera-Abala-Mekelle a través de la vecina región de Afar. Recientemente, un convoy de 99 camiones — el mayor que ha llegado a Tigray en muchos meses– llegó el martes a Mekelle, la capital de Tigray, con más de 3.600 toneladas de ayuda alimentaria, unas 40 toneladas de artículos domésticos y otras 40 toneladas de material educativo.
Según datos de la ONU, alrededor de 1,5 millones de personas han recibido ayuda alimentaria en los últimos siete meses. «Sin embargo, esto es sólo una cuarta parte del número de personas que necesitan asistencia, y ésta debe ser entregada cada seis semanas», ha advertido.
A principios de este mes, unas 84.000 personas recibieron ayuda alimentaria en las ciudades de Tigray de Adigrat, Mekelle, Sheraro y Tahtay Adiyabo y en la vecina Amhara, más de 10 millones de personas han recibido ayuda en la actual ronda de distribución de alimentos que comenzó a finales de diciembre.
«Sin embargo, algunas localidades cercanas a la frontera con Tigray siguen siendo de difícil acceso para la ONU y nuestros socios debido a problemas de seguridad», ha subrayado Haq.
El conflicto en Tigray estalló en noviembre de 2020 tras un ataque del TPLF contra la principal base del Ejército, situada en Mekelle, tras lo que el primer ministro, Abiy Ahmed, ordenó una ofensiva contra el grupo tras meses de tensiones a nivel político y administrativo.