MADRID, 26 (EUROPA PRESS)
"Creemos que el M23 no puede disponer del arsenal militar como el que encontramos sobre el terreno de operaciones, de ahí que se cristalicen nuestras sospechas sobre Ruanda", ha dicho el portavoz del Ejecutivo congoleño, Patrick Muyaya, quien ha destacado que Kinshasa "ha activado el mecanismo de seguimiento" y que ya hay contactos con Kigali sobre este extremo.
Asimismo, ha señalado que el Gobierno ha celebrado una "reunión de crisis" en la que participaron los ministros de Defensa e Interior, así como los jefes del Ejército y la Policía, para abordar la situación. "Se determinó, a través de los elementos recibidos desde el terreno, que las sospechas cristalizan sobre un apoyo recibido por el M23 por parte de Ruanda", ha reiterado.
Muyaya ha hecho hincapié en que las Fuerzas Armadas "están movilizadas sobre el frente de Runyonyi y el de Tshanzu para garantizar que cada centímetro del territorio nacional está protegido", antes de mostrar la voluntad de Kinshasa de mantener la paz y apoyar a los afectados por los combates, según ha recogido la emisora congoleña Radio Okapi.
Por último, ha resaltado que los ataques por parte del M23 suponen una rebelión contra los esfuerzos nacionales e internacionales para lanzar un proceso de conversaciones con los grupos rebeldes que operan en el este del país para lograr un acuerdo de paz, al que no se ha sumado este grupo armado.
El Ejército de Ruanda denunció el lunes que "muchos" civiles habían resultado heridos a causa de ataques de artillería desde territorio congoleño y reclamó que el Mecanismo Conjunto Expandido de Verificación (EJVM) investigue el incidente, en medio del aumento de las tensiones en la zona.
Durante una cumbre en abril, RDC y varios países de la región apostaron por un proceso de conversaciones liderado por Kinshasa y con sede en la capital de Kenia, Nairobi, al tiempo que anunciaron un acuerdo para crear una fuerza conjunta a desplegar en la zona contra las "fuerzas negativas" que se nieguen a participar en las conversaciones y entregar las armas.
El M23 ha sido acusado desde noviembre de 2021 de llevar a cabo ataques contra posiciones del Ejército en esta zona del país, a pesar de que procedió a su desmovilización hace más de ocho años tras combates con el Ejército.
Las autoridades congoleñas y el M23 firmaron en diciembre de 2013 un acuerdo de paz tras los combates registrados desde 2012 con el Ejército, que contó con apoyo de tropas de Naciones Unidas. Expertos de la ONU acusaron a Uganda y a Ruanda de apoyar a los rebeldes, si bien ambos países lo negaron.